SI EL FUEGO QUEMA LAS ENTRAÑAS
Si puedes ver el sol sin telarañas
cuando su rayo aplasta, y no te hiere;
si el fuego que te inflama, y nunca muere,
es hielo que hasta quema mis entrañas.
Si nunca, entre las horas, son extrañas
las que el ayer te trajo, sin que fuere
ninguna esa que siempre por mi espere,
las que han de venir hoy, por muy hurañas
pudiesen visitarte, nada temas:
Todas, han de pasar mustias y en calma.
Serán sobre tu piel como diademas
entre luz invernal, rendida el alma.
Bajo ella -al volar- serán poemas
posados en tu mano... Entre la palma.
Luis Madrigal
A Alicia María Abatilli,
de Córdoba (Argentina), con la vana pretensión
de que pueda encontrar la belleza que siempre busca