
LO MISMO QUE MI PENA
Cuando en el mar diviso tu reflejo
y siento el dulce canto de las olas;
cuando el trigal se llena de amapolas,
tiñiendo al sol de su color bermejo.
Cuando tu rostro veo en un espejo
y muestran ya tus rosas sus corolas;
cuando sin ti las horas huyen solas
y el plenilunio brilla, sólo dejo
abierta mi ventana... Que la luna
de ti traerá el consuelo, y ya la aurora
apareja su carro, por fortuna.
Su sonrosada luz, en buena hora
podré gozar, serena y oportuna,
lo mismo que mi pena gime ahora.
Alphonso Carbajal