VUELVE EL SILENCIO
En la noche, te envuelves en silencio
y, en mi silencio, encuentro tu palabra…
Palabra muda -¿fruto del recuerdo…?-
que aviva tu presencia ausente…
Mas, palabra… Oigo tu voz…
La escucho y siento que, en mi alma,
vuelve aquel verbo musical, lejano,
de la mano del Mar…
Oigo las olas, que lo acompañan y se alzan encrespadas;
me arrulla la corriente de tu Río
y, cuando lloro, mis suspiros se pierden
entre aquellos arroyos, que vertían a tu paso su llanto…
Ellos, sólo cantan… Yo, sólo lloro,
para que, en su cauce fecundo,
crezca su caudal con mis lágrimas;
para regar y hacer más fértil la tierra
que, un día ya lejano,
acariciaste en tu caminar.