martes, 22 de abril de 2008

HOY, HA MUERTO EL ESPAÑOL MÁS UNIVERSAL


Este que veis aquí, de rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y desembarazada, de alegres ojos y de nariz corva, aunque bien proporcionada, las barbas de plata, que no ha veinte años fueron de oro, los bigotes grandes, la boca pequeña, los dientes ni menudos ni crecidos, porque no tiene sino seis, y ésos mal acondicionados y peor puestos, porque no tienen correspondencia los unos con los otros; el cuerpo entre dos extremos, ni grande ni pequeño; la color viva, antes blanca que morena; algo cargado de espaldas y no muy ligero de pies; este, digo, es el que llaman Miguel de Cervantes Saavedra. Miguel fue soldado muchos años y cinco y medio cautivo, donde aprendió a tener paciencia en las adversidades. Perdió en la batalla naval de Lepanto la mano izquierda de un arcabuzazo, herida que, aunque parece fea, él la tiene por hermosa, por haberla cobrado en la más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos ni esperan ver los venideros, militando debajo de las vencedoras banderas del hijo del rayo de la guerra, Carlos Quinto, de felice memoria... [Este, queridos amigos, es el español más universal que hoy se nos muere, un 22 de Abril... de 1616, hace exáctamente trescientos noventa y dos años, inmerso en la más profunda miseria, en la que él mismo se veía, sin quizá saber ni intuir que llegaría a ser la más alta cumbre de la Literatura universal de todos los tiempos.] ¡Adiós gracias, adiós donaires, adiós regocijados amigos; que yo me voy muriendo. Mi vida se va acabando, y, al paso de las efemérides de mis pulsos, que, a más tardar, acabarán su carrera este domingo, acabaré yo la de mi vida. Lo que se dirá de mi suceso, tendrá la fama cuidado, mis amigos gana de decirla y yo mayor gana de escucharla.

Miguel de Cervantes


(De: Novelas Ejemplares, prólogo; Viaje al Parnaso, cap. IV; Persiles y Segismunda, Historia del bárbaro español; Persiles y Segismunda, prólogo.)


Descansa en tu Mansión del Parnaso, gloria de España y del mundo, Príncipe de los Ingenios, heróico soldado de Lepanto, bajo la bandera de aquel otro gran español que se llamó Don Juan de Austria.
Luis Madrigal.-