sábado, 25 de enero de 2014

DESDE TAN LEJANA ORILLA





NO SERÁ MENOS EL AMOR


Sombra amable del ser, que a otro se extiende
para acoger suspiros y dolores.
Centinela perenne, que mil flores
expande en el camino y todo entiende.

¿Será eso amor...? ¿Quizá tan sólo, allende
del Mar embravecido, los amores
mitigan el dolor? Los estertores
que a la vida la muerte siempre tiende...

Quién los sufre con otro, al pecho herido
al tiempo y al espacio, en un momento,
puede estrechar la mano y traer calma.

Mas, no podrá ser menos el latido
que, desde lejos, llega como el viento
y, sin nada tomar, lleva su alma.


Luis Madrigal