Hay que dejar la filosofía, para ocuparse de la vida. Y no por prescripción del tan repetido, y tal falso, principio primum vivere deinde philosophare. Es falso porque, no se filosofa para vivir, sino porque se vive, y para ello es preciso saber qué es lo que se está viviendo en cada momento. Y, en este sentido, quizá no son demasiados los españoles que se hallan detalladamente informados de lo que, en estos momentos, está sucediendo en
domingo, 30 de marzo de 2008
REZO POR TI, ARGENTINA
sábado, 29 de marzo de 2008
jueves, 27 de marzo de 2008
SOY UN ASNO INFORMÁTICO
martes, 25 de marzo de 2008
lunes, 24 de marzo de 2008
LUNES DE PASCUA: COLOFÓN
ALFONSO CARBAJAL, TAMBIÉN SE DESPIDE:
¡¡RESUCITÓ!!
El que en la Cruz expiró,
vertiendo sangre preciosa,
con la Luz resucitó,
levantando pétrea losa,
para cerrar la honda fosa
que por el hombre se abrió.
Aquel que a todos salvó,
sin ser ninguno gran cosa,
ya en la tierra no reposa,
que de los muertos salió.
La Muerte, ya ha claudicado
y ya el hombre es redimido
del agravio cometido,
por el Hombre que ha pagado.
Del Infierno, tan temido,
las llamas se han sofocado;
el fuego ya está apagado
por la Cruz en que ha vencido.
La Tierra, se ha iluminado.
El Cielo, se ha complacido.
Alfonso Carbajal
(Del Primer Libro de Poemas: "Amor y Tinieblas". Poema 99)
domingo, 23 de marzo de 2008
¡¡CRISTO, HA RESUCITADO... ALLELUYA ALLELUYA!!
¡¡GLORIA!!
La roca se movió... Dejó el sudario
tendido sobre el suelo -inmaculado-
y a la vida volvió, Resucitado,
para quedarse vivo en un sagrario.
De su cuerpo y su sangre santuario,
una llama trepida... Enamorado,
busca el amor y aunque es abandonado
espera tras el tiempo milenario.
Subió al Cielo y se quedó en la Tierra;
abre su amor al hombre y se desposa
con el humano pecho que se cierra,
para que el hombre pueda abrir su losa,
gane a la muerte, en paz, terrible guerra
y vuele cual si fuera mariposa.
Alfonso Carbajal
(Del Tercer Libro de Poemas. "El color de las horas". Poema 48
En la imágen, "La Resurreción del Señor", de Pedro Pablo Rubens
sábado, 22 de marzo de 2008
Sábado de Gloria-Domingo de Resurrección
El Papa invita a los cristianos a ser "hombres y mujeres de la luz" durante Vigilia Pascual
04:51 pm
UN SONETO AL FUEGO QUE ILUMINA
La Luz llenó de amor los corazones
cuando la noche oscura tendió el manto.
Una llama, que pura besó el canto
del duro pavimento, entre oraciones,
se alza en la altura... Rompen en canciones
los labios que abrasó aquel Fuego santo
cuando, en gozo, trocó la gloria el llanto
que la muerte sembró... Ya las pasiones
que apagaron la luz, dejan el suelo...
Vuelan como palomas hacia el lecho
que, sobre el mar, tendió amoroso el cielo.
Suben y suben... Sienten en su pecho
el Fuego que bajó y el gran consuelo
que al hielo muerto dió un abrazo estrecho.
Alfonso Carbajal
(Del Tercer Libro de Poemas: "El color de las horas". Poema 62)
HOY, ES SÁBADO SANTO
SOLEDAD LUMINOSA
Se alzan al cielo clamores
y del cielo bajan claras
voces que la tierra llenan
de ecos y de Esperanza.
Expira un Cristo que muere,
entre pechos con medallas,
que Buena Muerte juraron
al fragor de la batalla.
Camina una Virgen Sola,
balanceándose salva,
que una Salve marinera
henchida de espuma blanca,
cual nave varada en cielo,
arrumba a Ella sus alas.
Ya, entre los cirios, la sombra
se tornó en luz... No se apaga.
Pálidas son sus mejillas
y de plata son dos lágrimas
que, sin par, y sin recato,
por ellas al par resbalan.
Un costalero, de pronto,
con su cayado apuntala
el madero que sostiene
tanta Soledad callada.
Vuelve a sonar la trompeta,
el timbal y la carraca,
y una esquila y un clarín.
La saeta corta el aire...
De la reja que, en los días
de sol brillante, brillaba,
un rayo puro de Luna
el duro hierro besaba.
Alfonso Carbajal
A Málaga, a su Semana Santa y a la Legión y la Armada españolas.
En la imágen, Ntra. Sra. de la Soledad, de Pedro de Mena y Medrano (Granada 1628-Málaga 1688)
viernes, 21 de marzo de 2008
Soneto a Cristo muerto en la Cruz
VIERNES SANTO
Es otro Viernes. Al mediar la tarde,
está el cielo rojizo, ensangrentado.
De sus manos y pies, de su costado,
brota la sangre, en eterno alarde.
Viene a mí la esperanza... ¡Que no tarde!
Junto a la cruz de aquel Crucificado,
la Redención, al fin, se ha consumado.
El fuego, se ha apagado... ¡Ya no arde!
El cosmos sideral en movimiento
-el Universo- en expansión constante,
cubre el negro agujero. En un momento,
sumisos los neutrones, al instante,
de su átomo ponen el acento
en una supernova muy brillante.
Alfonso Carbajal
(Del Libro Segundo: "La Luz está encendida". Poema 27)
jueves, 20 de marzo de 2008
miércoles, 19 de marzo de 2008
HOY, ES MIÉRCOLES SANTO
TRES OCATAVAS DE PASIÓN, EN SEVILLA
Deja su aroma al momento
el blanco azahar sevillano.
De Triana, cobra acento
y corta el aire, latiendo,
una saeta que, al viento,
nace de un grito gitano,
para tomar de la mano
a un Cristo que está muriendo.
Desde la orilla del Río
llega el olor de Triana,
envuelto en un sudor frío...
De espinas construye un yelmo
el humano desvarío
a la Verdad Soberana...
Llega un eco de campana
hasta el Puente de San Telmo.
Una Mujer, con su llanto
perlas derrama entre cirios,
que lucen junto a su manto.
Transida por honda pena,
la herida le duele tanto,
que se hacen lanzas los lirios,
puñal de siete martirios,
a María Macarena.
Alfonso Carbajal
(Del Tercer Libro de Poemas: "El color de las horas". Poema 61)
En la imágen, Nuestra Señora de la Esperaza Macarena (Sevilla)
martes, 18 de marzo de 2008
HOY, ES MARTES SANTO
TRES QUINTILLAS DE SILENCIO
Se oye entre cera el aliento
del Nazareno que pasa...
Muere entre flores el viento
y cobra paz el lamento...
El corazón, se hace brasa.
Hacia una cruz el destino,
para librar de la cruz,
de sangre riega el camino.
De la flor, toma el espino
y de la sombra, la luz.
Una oración, se hace canto
y se viste de saeta...
Cae el Sol... La noche, el manto
tiende a su paso... Y el llanto
cierra con sangre la grieta.
Alfonso Carbajal
(Del Tercer Libro de Poema: "El color de las horas". Poema 60)
En la imágen, Jesús Nazareno (León)
lunes, 17 de marzo de 2008
HOY, ES LUNES SANTO
SEMANA SANTA
Vuelve a romper la saeta,
entre el silencio y la pena,
la noche serena y quieta.
Vuelve a cerrase la grieta,
a romperse la cadena.
Otra vez, de su condena,
el hombre se ha liberado
y, en una hora serena,
en noche de luna llena,
por él, otro Hombre ha pagado.
No me hará falta escalera
para subir a su Cruz
si, de la misma manera
y con la misma madera,
del hombre quiero ser luz.
Alfonso Carbajal
(Del Segundo Libro de Poemas: "La Luz está encendida". Poema 26)
En la imágen, Nuestro Padre Jesús del Gran Poder (Sevilla)
domingo, 16 de marzo de 2008
sábado, 15 de marzo de 2008
HOY, ES SÁBADO DE PASIÓN
¡VEN A LA CRUZ!
¡Toma una escalera y ven...!,
que alguien levanta un crucero
para subir al Lucero
que bajó luz a Belén.
Que han de clavar con desdén
en un sórdido madero,
por causa del mundo entero,
a Aquel que creó el Edén.
Los azotes que le hirieron,
ven a sufrir, si los sientes...
¡Y las burlas que le hicieron!
Que, solo, entre tantas gentes,
los clavos que le pusieron
has de arrancar con los dientes.
Alfonso Carbajal
(Del Primer Libro de Poemas: "Amor y Tinieblas .Sonetos y otras canciones para la vida y la muerte") Poema 43
viernes, 14 de marzo de 2008
HOY, ES VIERNES DE DOLORES
DÉCIMA DE DOLOR
He aquí helados, cristalinos
sobre el virginal regazo
muertos ya para el abrazo
aquellos miembros divinos.
Huyeron los asesinos.
¡Qué soledad sin colores!
¡Oh, Madre mía, no llores!
¡Cómo lloraba María!
La llaman desde aquel día
La Virgen de los Dolores.
Gerardo Diego
En la imágen, Nuestra Señora del Camino, Patrona del Reino de León
jueves, 13 de marzo de 2008
LO IMPUSO FRANCIA
miércoles, 12 de marzo de 2008
THE PAUL GETTY DE LOS ÁNGELES (EE.UU.)
Rembrandt Harmenszoon van Rijn (15 de julio de 1606 – † 4 de octubre de 1669), está considerado uno de los más grandes pintores en la historia del arte europeo, y el más importante en la historia de Holanda.
SAN BARTOLOMÉ
Sólamente ocho años antes de la muerte de Rembrandt, esta pintura representa a San Bartolomé, uno de los Doce, que sostiene un cuchillo en su mano derecha, una referencia al hecho de que el santo sufrió el martirio siendo deshollado vivo. Uno de los vecinos de Rembrandt podría haber servido de modelo para el cuadro. Pero, en realidad, se trata de un méndigo al que el pintor solía invitar a comer, a cambio de que posase para él. En el cuadro, se muestra al Apóstol como un hombre común. Rembrandt, dió a la figura santa una calidad tangible, humana, sugiriendo quizá que la santidad es parte de la vida diaria, una opinión en consonancia con la atmósfera religiosa de mediados de los años 1600 en Amsterdam, y desde luego universal y permanentemente vigente. Santo, es quien así vive diariamente, no sólo por dejarse matar, aunque esto sea una manifestación definitiva de fe.
San Bartolomé, aparece pensativo, casi dando idea de la melancolía en el humor. Sostiene su barbilla como si, perdido en el pensamiento, sus ojos viesen más allá del tiempo. Rembrandt, usó una técnica más amplia, libremente cepillada, típica de su tardío estilo maduro. Aplicando con un cuchillo de paleta las áreas gruesas o espesas de pintura, que se llamaron impasto, y que son visibles sobre la frente del santo, la nariz, oídos, y manos. El manejo total de pintura es mucho más expresivo y contrasta con el estilo más liso, más exacto de sus trabajos más tempranos.
martes, 11 de marzo de 2008
MÁS MÉDICOS PARA EL ALMA
Pese a ello, alma y cuerpo, continuan siendo objeto de atención y tratamiento segregados. Si se habla del alma, en su dimensión eterna e inmortal -o más bien, resurgible, resucitable- surge el sacerdote, el ministro de Dios, para curar a las que están enfermas, se hallen o no "ingresadas" en ese Hospital ecuménico de salvación, que es la Iglesia, tan rotundamente afirmada por los canonistas como organización -la "societas perfecta"- como tan poco, o tan mal explicada por los teólogos como "cuerpo misterioso", en el que todos sus miembros reciben la salud y la vida. Y si se habla patológicamente del cuerpo, enseguida aparecerá el médico, con su fonendoscopio y su maletín de fármacos urgentes al hombro o, en nuestros días, la unidad móvil, con todos los recursos instrumentales para estabilizar al paciente.
Pero, el alma, no sólo es ente de dimensión escatológica y transcendente, sino también temporal e inmanente, y su proyección eterna, en el contexto de las coordenadas de Einstein, es el "espíritu". La Medicina de nuestros días -aún hoy- pese a todos los avances y cambios de mentalidad colectiva, permenece anclada a esa falsa dicotomía. Y, por ello, de entre todas las inacabables especialidades clínicas, nos sigue ofreciendo dos tipos o clases bien diferenciadas de médicos. Los de cuerpo -prolongación sumamente quintaesenciada de los viejos "físicos" medievales- y los del espíritu, esto es, los del alma en su dimensión temporal. En cualquiera de estas dos vertientes, el médico es siempre un ser digno del mayor respeto y gratitud, pero el ejercicio de la Medicina sólo puede alcanzar carácter de ministerio sacerdotal, cuando nos hallamos en presencia de alguien que, más que curar una apendicitis, o un infarto de miocardio, trata de penetrar en la clave de los acontecimientos mal vividos de nuestra vida que, al igual que el polvo en las casas, han ido penetrando e incrustándose en los rincones más escondidos del alma, para producir finalmente un indecible sufrimiento y una especial angustia.
Se contaba, según he podido oír recientemente, en las Facultades de Medicina, un malévolo chascarrillo: Los internistas, saben mucho, pero curan muy poco; los cirujanos, saben muy poco, pero curan mucho... y los psiquiatras, no saben nada y no curan nada. Ciertamente, la Psiquiatría, es, sin duda, la ciencia médica de la que menos se sabe, pero el psiquiatra debe resultar una figura mítica y sagrada. Las enfermedades del corazón, el cáncer, la cirrosis hepática -en unión de "la carretera"- constituyen, según se dice y divulga frecuentemente, las causas de más alto índice de mortalidad. Pero las enfermedades más graves, en un mundo que se agiganta en mutaciones inverosímiles y fantásticas, serán -quizá lo son ya- las enfermedades del espíritu. Psicosis, psiconeurosis, depresiones hipocondríacas... podrían resultar cosa de risa, ante nuevas formas de sufrimiento espiritual, jamás antes sufridas ni presentidas, hacia las que, la "sociedad del bienestar", camina a velocidad insospechable.
Y, por tal motivo, además de los bisturíes y otros artilugios cortantes o punzantes, además de meticulosos análisis, sofisticadas pruebas y tratamientos terapéuticos; además de esa maravilla en la que se ha convertido la cirugía, habrá de resultar esencial que cada médico, todo médico, acerque su corazón al del enfermo, no sólo para escuchar latidos, sino para latir al unísono. Luis Madrigal.-