domingo, 23 de marzo de 2008

¡¡CRISTO, HA RESUCITADO... ALLELUYA ALLELUYA!!















¡¡GLORIA!!




La roca se movió... Dejó el sudario
tendido sobre el suelo -inmaculado-
y a la vida volvió, Resucitado,
para quedarse vivo en un sagrario.

De su cuerpo y su sangre santuario,
una llama trepida... Enamorado,
busca el amor y aunque es abandonado
espera tras el tiempo milenario.

Subió al Cielo y se quedó en la Tierra;
abre su amor al hombre y se desposa
con el humano pecho que se cierra,

para que el hombre pueda abrir su losa,
gane a la muerte, en paz, terrible guerra
y vuele cual si fuera mariposa.


Alfonso Carbajal


(Del Tercer Libro de Poemas. "El color de las horas". Poema 48


En la imágen, "La Resurreción del Señor", de Pedro Pablo Rubens

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