viernes, 7 de junio de 2013

LA LLUVIA ROMPE EL HIELO



LLOVÍA EN LA MAÑANA


Llovía en la mañana y el sol, triste,
en un penoso esfuerzo, sonreía.
Cada gota del cielo que caía
era el beso de amor que no me diste.

Hace ya tanto tiempo que te fuiste,
que un solo instante siglos parecía…
De par en par mis ojos, yo veía
el mismo Río azul que siempre viste.

La lluvia al fin cesó. Cerré el paraguas.
Caminaba muy lento, soberano.
Sólo mi pensamiento, tras las aguas

voló en un breve soplo el Mar lejano
para encender mi fuego hasta en mil fraguas,
tal si de ti estuviera muy cercano.


Luis Madrigal