Querida Aída, querida amiga guatemalteca, aun sin conocerte. No es necesario que aportes nada en cuanto al origen de tan bella canción. Yo, ya lo sabía, e incluso dejé ayer una pista, al contener anexo el vídeo que tuve el honor de ofrecer, junto a otros similares, el que hoy se publica en esta entrada. ¡Fíjense, fijaos, en lo que dice la señora o señorita que presenta el video que hoy se inserta al pie de este mismo texto…! Y ella no es leonesa, como tampoco lo es el Coro, porque si lo fuese sabría muy bien quién fue “E.G. Pastrana”, como ella dice. Eduardo González Pastrana, fue un padre agustino que, más tarde, dirigió los “Coros del SEU” leonés, allá, nada menos que por los años 40-50, cuando yo era un niño de muy corta edad. “El Padre Eduardo”, como era conocido en toda la Provincia de León, compuso, en unión de otras muchas, esa canción que, a su vez, rescató de las mismas entrañas del pueblo, armonizándola y retocándola, como también otros han hecho más tarde. Ayer mismo, oíamos la hermosa versión de Ismael Serrano, que ha llegado (seguro que ya lo había hecho antes) hasta Méjico, donde ayer ha emocionado a nuestra corresponsal y amiga Sandra Figueroa. Muchas gracias, Sandra. Lo lamento mucho por Soria, Segovia, la Sierra de Albarracín, Cuenca, Burgos, La Rioja… Extremadura, tierra querida para los leoneses, por los vínculos entrañables que a ella nos unen, no necesita sentimiento alguno. Ya ayer lo dije. En especial, lo siento por la turolense Sierra de Albarracín, cabeza de la Serranía de su mismo nombre, sede agreste de los Montes Universales, montaña casi inaccesible; cuna de los ríos Tajo, Júcar, Cabriel, y Gallo, que se extiende hasta Molina de Aragón… Guadalaviar, que se transforma en Turia… Jiloca,... Todos ellos forman una de las más extensas redes hidrológicas de España, donde se hermanan, en fraterna unidad, los pinos, sabinas, arces y robles, intercalados de verdes prados y árboles de ribera junto a los ríos. Grande y noble tierra de Aragón, co-fundador de España. Pero, ni por esas. La hermosa canción “Ya se van los pastores”, es una canción rigurosa y únicamente leonesa. Lo fue siempre, porque así tenía que ser. Luis Madrigal.-
domingo, 6 de marzo de 2011
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