lunes, 10 de febrero de 2014

SUBLIME EJERCICIO



VOLAR AL CIELO


Volaba quieta ayer una paloma
cuyo ahínco era  -azul-  subir al cielo.
Suspiraba, mirando el bajo suelo,
que negro oscurecía tras la loma.

Del sol más puro, áureo reflejo toma
y olvida entre algodón el turbio velo
que le ocultó la luz. Su noble anhelo
es brillar en lo alto… Ya se asoma

al manso y claro empíreo. Ya llega
al reino de la luz… Sin sombra, espera
alcanzar entre aroma el punto omega.

Y lo mismo que el grano da en la era
del fruto su vigor, las alas pliega
para hacer del Invierno Primavera.


Luis Madrigal