MI VIDA ES UN PAPEL
EN QUE YO ESCRIBO
Señor:
Está en blanco el papel, sin rasgo cierto
que espera en tu Palabra, y del sentido
de mi vivir aun muerto, tal latido,
que haga hondo mi sentir, pese a estar muerto.
Quiero saber, sin duda, no es incierto
que duermo tras vivir y haber vivido
y que tan sólo he de quedar dormido
para vivir por siempre ya despierto.
Mi vida es caminar hacia un destino
que, al terminar, comienza. Y ya mi suerte
no albergará jamás otro camino.
Y, mientras entre polvo me haga inerte,
también mi humano ser se hará divino
y sólo tendrá Vida, tras mi muerte.
Amén
Luis Madrigal