Gaius Cilnius Maecenas, al que Tácito llama, abreviadamente Cilnius Maecenas, no sólo fue un excelente consejero de Cayo Octavio Turino, u Octaviano, más tarde convertido en el primer Emperador de Roma, Imperator César Augusto, sino también un decisivo pilar económico del Principado, hasta el punto de haberse dicho que hasta financió la Batalla de Filipos, en la que Octavio y Marco Antonio se enfrentaron a los asesinos de César, Bruto y Casio, con victoria final de los dos primeros, lo que supuso el cambio y transición de la vieja Republica romana al Principado de Augusto. Pero, aparte de estas hazañas bélicas, por lo que Maecenas, es decir, Mecenas, ha pasado a la Historia es por su protección, en principio a las Letras y a los literatos, y más tarde también a las Artes y a los artistas. Mecenas, es nada menos que el descubridor de Horacio y el protector de Virgilio, que escribió las Geórgicas en su honor. Con el tiempo, un buen día su nombre se sustantivó y, desde entonces alcanzaron la condición de mecenas quienes, a través de todos los tiempos, han dispensado su protección y favor gratuito a los escritores, a los pintores y escultores, a los músicos y a cuantas otras otras formas del arte y de la cultura, en general quepa ayudar. Porque, es bien sabido aquello de que, en caso contrario, tanto los poetas como los pintores o los músicos, suelen morirse de hambre. Dos puntualizaciones específicas, es preciso hacer por mi parte, antes de seguir escribiendo lo que me propongo escribir. En primer término que, una buena parte, por no decir casi todos o, simple y llanamente, todos, sin excepción, de cuantos escribimos, pintamos, cantamos o, en general, tratamos de mostrar alguna inquietud intelectual en este mundo de los Blog, ni mucho menos, creo yo, podemos considerarnos "escritores" o "artistas", aunque algunos lo puedan ser, sino más bien personas que ya hemos hecho nuestra carrera en este ámbito de la Literatura, el Arte o la Música. ¡Dios nos libre de decir que alguien nos retira su apoyo...! O, mucho menos, que de ser así, nadie podría "descubrirnos", como se hubiese quedado sin descubrir Horacio, o Virgilio no hubiese podido escribir la Eneida... Nada de eso. Admitimos humildemente nuestra escasa entidad literaria o artística. Yo, al menos, así me declaro. Esta es la primera puntualización. No faltaba más. La segunda, también lógica y si cabe justa y proporcionada -yo no lo puedo saber, o no puedo saber hasta qué punto- es que las Empresas o Entidades que prestan generosamente sus medios a los que las utilizamos de un modo gratuito, lógicamente han de nutrirse de algún de tipo de contraprestaciones, simplemente para poder seguir prestando esa ayuda. Ya está dicho todo lo que, previamente, me parece procedente y ecuánime decir.
Y dicho ello, también tengo que decir que, de continuar así las cosas, iré progresivamente limpiando, en el sentido estricto de la palabra, toda la basura que, en mis anexos o aportaciones musicales, he venido publicando en muchas, o en casi todas mis entradas, con el hasta hace muy poco inestimable auxilio de la firma GOEAR. ¡Ya me parecía a mí, que esto era mucho "mecenazgo"...! Recientemente, GOEAR, ha decidido, tras su último cambio de formato, incluir forzosamente determinado tipo de asquerosa, burda y desagradable publicidad, que, en el caso de algunos productos hasta resulta ininteligible, aunque ordinaria y altamente chabacana. Pues bien, debo decir en honor a la verdad, que, por lo menos, yo he subido a esa Red, como mínimo tantas piezas musicales como he bajado, de entre las que han subido otras personas. Pero, se acabó el negocio, o el trueque. No subiré ni una más, sino que eliminaré todas las que se han ido infectando con tan horribles y repugnantes mensajes. publicitarios ¡Y lo siento mucho por algunas...! Pero, ¡vayan ustedes a vender esos productos a la puta calle! Ya he comenzado a investigar otras posiblidades, de las que prometo comunicar públicamente lo que pueda descubrir, si es que de algo soy capaz. Y también efectuaré algunas consultas, a personas que me consta saben cómo hacerlo. De antemano, ruego cualquier posible orientación al respecto. Pero, se acabó GOEAR. Además de las impertinentes intrusiones, inmisiones e irrespetuosas "coladuras" de gentes poco civilizadas, ahora resulta que esta Compañía, que yo creía generosamente modélica, también nos "ha salido rana" y se vende al dinero, ese excremento de Satanás, como en su día lo llamó un converso, Giovanni Papini. ¡Adiós, GOEAR...! Desde luego, entre los nuevos mecenas, no están ustedes. ¡Que un rayo los parta! Luis Madrigal.-
En la imagen de arriba, el famoso cuadro "La Villa de Mecenas", del pintor alemán Jakob Philipp Hacker, nacido en Prenzlau, en 1731, que vivió en Italia hasta su muerte en Piero di Careggi, en 1807, y que también fue Pintor de la Corte de Fernando IV en Nápoles. Gracias a Dios, ni era músico ni en su tiempo existía GOEAR.
Y dicho ello, también tengo que decir que, de continuar así las cosas, iré progresivamente limpiando, en el sentido estricto de la palabra, toda la basura que, en mis anexos o aportaciones musicales, he venido publicando en muchas, o en casi todas mis entradas, con el hasta hace muy poco inestimable auxilio de la firma GOEAR. ¡Ya me parecía a mí, que esto era mucho "mecenazgo"...! Recientemente, GOEAR, ha decidido, tras su último cambio de formato, incluir forzosamente determinado tipo de asquerosa, burda y desagradable publicidad, que, en el caso de algunos productos hasta resulta ininteligible, aunque ordinaria y altamente chabacana. Pues bien, debo decir en honor a la verdad, que, por lo menos, yo he subido a esa Red, como mínimo tantas piezas musicales como he bajado, de entre las que han subido otras personas. Pero, se acabó el negocio, o el trueque. No subiré ni una más, sino que eliminaré todas las que se han ido infectando con tan horribles y repugnantes mensajes. publicitarios ¡Y lo siento mucho por algunas...! Pero, ¡vayan ustedes a vender esos productos a la puta calle! Ya he comenzado a investigar otras posiblidades, de las que prometo comunicar públicamente lo que pueda descubrir, si es que de algo soy capaz. Y también efectuaré algunas consultas, a personas que me consta saben cómo hacerlo. De antemano, ruego cualquier posible orientación al respecto. Pero, se acabó GOEAR. Además de las impertinentes intrusiones, inmisiones e irrespetuosas "coladuras" de gentes poco civilizadas, ahora resulta que esta Compañía, que yo creía generosamente modélica, también nos "ha salido rana" y se vende al dinero, ese excremento de Satanás, como en su día lo llamó un converso, Giovanni Papini. ¡Adiós, GOEAR...! Desde luego, entre los nuevos mecenas, no están ustedes. ¡Que un rayo los parta! Luis Madrigal.-
En la imagen de arriba, el famoso cuadro "La Villa de Mecenas", del pintor alemán Jakob Philipp Hacker, nacido en Prenzlau, en 1731, que vivió en Italia hasta su muerte en Piero di Careggi, en 1807, y que también fue Pintor de la Corte de Fernando IV en Nápoles. Gracias a Dios, ni era músico ni en su tiempo existía GOEAR.