UN SONETO
AL MÁS PURO SENTIMIENTO
Surcando está tu vientre aquel arado
más hondo que, al saltar, ahonda un río;
más fuerte que el dolor, que mi albedrío
al ocultarse el sol. Terso y dorado,
tu pecho vuela a mí, más que si alado
volase al cielo azul, y ya a mi frío
con fe trae el calor, sin desvarío,
cuando brota la vida en seno amado.
Más alto que, al volar, suave y pausado,
sube en su vuelo el cóndor a la altura
en la rubia mañana y, a mi lado,
por la noche desciende a la espesura
de un bosque silencioso y perfumado
que vistió con su manto la hermosura.
Wolgang A. Mozart
Serenta Haffner, KV 250
2º Andante