martes, 28 de diciembre de 2010

DOS POEMAS DE AMOR POR NAVIDAD





I

SERÉ TAN SÓLO VIENTO

Te busco y no te encuentro...
Tan sólo sé que vives y, tu calma,
en mi alma respira. Veo latir tu palabra
que se hace permanente a mis ojos
y, en cada sílaba, anida por ti mi sentimiento
como la abeja liba de las flores.
Mas, resisto, sitiado y aun sediento,
sin acercar mi ánfora a tu fuente.
Temo herir tu suspiro... Soy de barro
pero, por ti, seré tan sólo viento
que sereno acaricia las copas de los árboles
para morir, caída la tarde,
entre zarzas y espinos,
junto a un arroyo helado por el frío.




II

¿DÓNDE ESTARÁS...?

 Te busco, entre la nada y la impotencia,
sin la menor señal ni signo cierto...
Lo mismo que si ya te hubieses muerto,
vago sin ti, sin rumbo y sin conciencia.

Creí que estabas lejos y es la esencia
lo que te aleja más, y es más incierto
a mi dolor, que gime y yace yerto
mendigando tan sólo tu existencia.

¡Qué angustia no saber si es que te has ido
tan sólo a contemplar el mar, o un Río
de aguas de cielo, para mí perdido,

o si el cruel destino, o tu albedrío,
buscaba en los luceros el latido
que a tu pecho en la tierra no dió el mío!



A todos los que, en medio de la alegría de los demás,
se encuentran tristes... A los que están o se sienten solos... A todos
aquellos que buscan siempre, sin encontrar nunca,
a los seres que más quieren... O a los
que más quisieron.

Os acompaño y abrazo a todos, seáis quiénes seáis, estéis donde estéis,
en nombre de las Leyes de la Vida y del Amor de Dios.

Madrid, España, Navidad de 2010


Luis Madrigal