martes, 27 de mayo de 2008

BOCCHERINI, EL GRAN MÚSICO DE MADRID


Han estimado incomprensible, algunos musicólogos, la presencia en Madrid de Luigi Boccherini y su traslado a nuestra Capital desde París, en 1768, cuando ya el músico comenzaba a encontrarse en su etapa de madurez, estimando que Madrid y en general España, en la segunda mitad del siglo XVIII constituía, en orden a la composición musical un lugar muy secundario. Sin embargo, Madrid, no era tan secundario. El mismo año de la llegada aquí de Boccherini, 1768, falleció José Nebra, uno de los más grandes maestros del barroco español, tras Salvador Durón y Antonio Literes, que había dado clases junto a Doménico Scarlatti al Padre Antonio Soler, residente en el Monasterio de El Escorial, que era un importante foco de cultura. Boccherini entró pronto en contacto con la zarzuela y con la tonadilla escénica de la época, llegando a dominar la mecánica del género, de lo que es muestra palpable su Clementina (la esposa fallecida en Arenas de San Pedro), a cuya obra se han atribuído conexiones manifiestas con Le Nozze di Figaro, que fue estrenada justamente nueve meses antes en Viena. Desde que Boccherini llegó a Madrid, donde vivió el clima ilustrado propiciado por el reinado de Carlos III, y que se mantuvo de alguna manera durante el de su desastroso hijo Carlos IV hasta la Guerra de la Independencia contra Napoleón, la Villa y Corte vivió momentos de esplendor en el cultivo de la música, dando lugar a diversas y muy notables academias musicales, lo que muestra una filarmonía cosmopolita. Hasta el especilista en Mozart, Georges de Saint Foix, ha admitido implicitamente la posibilidad de que el genio de Salzburgo llegase a estudiar las obras de Boccherini, y otro musicólogo, Giorgio Pestelli, llega a afirmar que, al comienzo de los años setenta, Boccherini se situó a la altura de Haydn e incluso del propio Mozart. La luminosidad y gracia de la música de Boccherini, que viene a evocar aquel ambiente madrileño, no le impidió penetrar en ocasiones en el mundo dramático de la corriente germánica conocida como Sturm und Drang (Tempestad e impulso), que praticó Haydn de los años sesenta a setenta. La Editorias AliaVox, ha publicado, con el patrocinio de la Generalidad de Cataluña y el Ayuntamiento de Madrid, un volúmen en CD, bajo la dirección de Jordi Savall, en el que, junto al Fandango para cuerda y guitarra y las dos Sinfonías, Opus 37 y 35, se publica su famoso quintettino in Do magggiore "Musica notturna della strade di Madrid" ( Op. 30), recordada en España como sintonía de la serie de Televisión Española "Goya" y más recientemente como parte de la banda sonora de la película "Master and Commander: Al otro lado del mundo", en 2003. Mañana, se cumplen 203 años de la muerte de Luigi Rodolfo Boccherini (Lucca, 19 de Febrero de 1743), que sucedió en Madrid, el 28 de Mayo de 1805 y aquí fue enterrado el maestro de Lucca, en la Iglesia de San Justo de la Calle del Sacramento, actualmente Basílica Pontificia de San Miguel.

Espero, queridos amigos, que podais escuchar esta maravillosa música, no sólo dedicada a Madrid, sino nacida de sus mismas entrañas. Es más, si queréis saber qué música bailaban los cuatro personajes del cuadro de Goya, "Baile a orillas del Manzanares", que inicia esta entrada, no tenéis más que pulsar sobre el reproductor con el que se cierra. No es la versión de Savall, ni mucho menos. Es la de Herbert von Karajan. Personalmente, a mí me gusta mucho más y, entre otras cosas, porque en ella no hay nada de catalán. Luis Madrigal.-