SEGUNDA CAÍDA
Una Mujer, con amor,
de sangre y sudor teñido
tu rostro, tan malherido,
limpió a tu paso, Señor.
Haz que también el dolor
de quien escucho el gemido,
pueda alterar mi latido
cuando sienta su estertor.
Que, en el camino, con fuego,
pueda yo tener mi mano
al que a mi lado camina
y con la Luz que ilumina,
alumbre su paso hermano
para no caminar ciego.
Luis Madrigal
En la imágen: "Caída de Jesús" (Giambattista Tiépolo)
DOS DÉCIMAS DE GERARDO DIEGO
I
Dame tu mano, María,
la de las tocas moradas;
clávame tu siete espadas
en esta carne baldía.
Quiero ir contigo a la impía
tarde negra y amarilla.
Aquí, en mi torpe mejilla,
Aquí, en mi torpe mejilla,
quiero ver si se retrata
esa lividez de plata,
esa lágrima que brilla.
II
Déjame que te restañe
ese llanto cristalino,
y a la vera del camino
permite que te acompañe.
Deja que en lágrimas bañe
la orla negra de tu manto
a los pies del árbol santo
donde tu fruto se mustia.
Capitana de la angustia:
no quiero que sufras tanto.
Gerardo Diego
TERCERA CAÍDA
Otra vez en el suelo... Tan pesada
es esa Cruz, Señor... ¡Cuánto te pesa
la Humanidad entera!, por Ti ilesa,
de la ceguera de Adán liberada.
También a mí, a mi alma atormentada,
tomaste como carga cruel y aviesa,
cuando tu frente cae de nuevo y besa
del duro pavimento la calzada.
¡Levántate, Señor, desde hoy te digo
que nunca más mi peso sera fuente
de tu caer de bruces y, al abrigo
de tu Pasión por mí, hoy tan doliente,
por ese gran dolor, seré testigo
de tu infinito Amor, puro y ardiente.
Luis Madrigal
En la imágen: "Caída de Jesús" (Jerónimo Bosco)