En esta de al lado, he salido algo más favorecido que en la fotografía de arriba, aunque no pueda saber por cuánto tiempo o, en otras palabras, a cuánto se extenderá ese misterioso ingrediente del tiempo, sin el cual no es posible el ser. Porque, es bien sabido: "Tempus fugit". Ya saben los más antiguos visitantes de este humilde Blog cuál era inicialmente la fotografía "de arriba", a la que entonces hacía referencia, que al comienzo era la portada del mismo. Tan sólo en atención a los nuevos visitantes la he reproducido nuevamente aquí, pidiendo mil perdones, eso sí, a mi querida amiga argentina Alicia María Abatilli. Lo que entonces servía de "descripción" al Blog, puedo reproducirlo también sin el menor problema, porque lo que entonces decía era esto: "Eso es lo que será de ti, de mí... de cuantos seres vivos antropomórficos han venido a este mundo. Y... ¿qué o quién decía Usted que era...? Yo, no he salido muy favorecido, pero no me quejo. Todo lo contrario, me alegro muchísimo. En realidad, no es mi foto, sino la del Hombre de Atapuerca, que no era ningún mono, sino un antecesor del hombre -Homo antecessor- y por tanto un verdadero hombre. No sin fundamento a la Gran Dolina se la ha llamado "El Sepulcro de Adán". Y ahora insisto. Yo, no he sido nunca, ni seré jamás, un mono. Yo, no procedo del mono, estoy seguro y, en todo caso, de proceder, tengo la convicción de provenir de un mono distinto a aquel del que proceden los futbolistas, los cantantes de rock y de flamenco; los músicos de jazz, los periodistas, los presentadores de TV, homosexuales o no; las misses, los concursantes de TV y algunos otros personajes más de entre los que andan por ahí sueltos. Luis Madrigal.-
sábado, 23 de febrero de 2008
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