jueves, 17 de diciembre de 2009

EN ÁRIDO DESIERTO



Si ya ni una palabra
en soledad escucho;
si ya de tu suspiro
ni un "¡ay!" llega a mi oído...
Si de mis muchos males,
tu bien nunca recibo...
ya todo ha terminado.
En mí, ya sólo vivo
y muero sin que muera;
sin respirar, respiro...
Camino entre la sombra,
sin luz y sin camino;
sin agua que, a mis labios,
de alguna fuente viva,
pueda llegar y, fresca,
calme la sed... Mas, sigo
en árido desierto,
sin norte y sin destino.


Luis Madrigal





4 comentarios:

Capuchino de Silos dijo...

Con la marcha fúnebre de F.Chopin queda todo dicho.
El poema...¡Precioso!
¡Ánimo!
Un saludo.

Mariana dijo...

El poema tiene encanto...un tanto triste tal vez...pero mira ese paisaje...también es hermoso...imagínate caminado en él y dejando que el viento y la brisa cual pequeño granito de arena,se lleve las penas de amor...déjala que vuelen lejos para no volver. Siempre más adelante habrá un oásis, dónde volver a escribir los más bellos poemas...ahora disfruta del paseo, como un niño sonriendo y hundiéndo los pies en esos médanos tan fantásticos y hermosos que la naturaleza ofrece.
Cariños Luis y muy buen fin de semana.

Luis Madrigal Tascón dijo...

Muchas gracias, "C". No todo queda dicho, queda algo muy importante, trs todo lo fúnebre, pero no podemos afirmarlo cartesianamente porque a lo más que podemos llegar es la certeza moral, pero nunca a la certeza metafísica, que es inaprehensible. Eso sí, esperamos lo mejor de todo. Un cariñoso saludo. Luis Madrigal.-

Luis Madrigal Tascón dijo...

Gracias por tu cariñoso recuerdo, Mariana. Trataré de seguir tu piadoso consejo. Los paisajes más hermosos, como el de estas dunas rojizas, suelen ser en muchas ocasiones también muy tristes. También la vida es así. Un beso. Luis.-