miércoles, 2 de diciembre de 2009

LA "MODERACIÓN DE COMENTARIOS"


Estaba yo un poco harto ya de este mecanismo, que, en mi modesta opinión, para nada sirve. Y menos a mí, que casi nunca he dejado de publicar -excepto en alguna ocasión, la impertinencia de algún "chis-garabís"- cuantos comentarios , pocos, desde luego, han tendido a bien formular cuantas personas han querido hacerlo. Pero algunas de ellas, las cercanas, han venido diciéndome, cuando me ven por la calle, que tal mecanismo se les hace sumamente complicado y molesto. De modo tal, que, a la vista de ello y tras intentarlo varias veces, han desistido de su intención. Bien, a mi no me importa nada, pero absolutamente nada, lo que cada cual quiera decir. Allá él, o ella. Desde luego si alguien trata de meterse conmigo, y considerase yo que lo hace sin motivo alguno, puedo defenderme de ello también perfectamente, y hasta "aplastarlo" como a una cucaracha. Por otra parte, las posibles groserías, procacidades o manifestaciones obscenas, siempre pueden ser suprimidas, debido a otro de los mecanismos, perfectamente representado en el orden gráfico por un cubo de la basura. Y ahí terminará cualquier posible impertinencia de este caracter. En consecuencia con todo ello, he dedicido suprimir, inhabilitar, la llamada "moderasción de comentarios". Se lo digo a quienes se "disculpan" conmigo por el hecho de encontrar tantas dificultades como me dicen. Eso sí, quede bien claro que maldita la falta que me hace comentario alguno. Yo, escribio lo que escribo porque quiero y, fundamentalmente, lo hago para leerlo después yo mismo. Raro que es uno. Un cordial saludo a todos mis escasos lectores, muy en especial a ese genio de la Informática, mi buen amigo Carlos Garrido Novoa, que ha prometido multiplicar por varios miles el número de mis lectores, en virtud de no se que artilugios. Pero, eso también, querido Carlos, de pagar, nada, ni un céntimo de euro (€ = +-$). En cierta ocasión conocí a un pobre hombre al que llegué e oír decir que "pagaría por ser Jefe". Verdaderamente, hay gente idiota. Pues algo así me parece a mí pagar a esas Empresas tan "imaginativas" para que los demás lean lo que uno escribe para uno mismo, o para pasar el rato jugando a esto de los Blog. Porque, para leer, lo que se dice para leer, nada como los libros. He dicho. Luis Madrigal.-





Publicar entrada

5 comentarios:

Capuchino de Silos dijo...

Estoy en total acuerdo contigo.
Yo creo que uno escribe para sí mismo ¿no te parece?
Si aparece alguien educado, agradable, honesto etc (porque eso se nota a distancia) se admite, y si no, a la papelera que para eso está.
Un saludo

Alicia Abatilli dijo...

Buena actitud.
Que quien quiera escribirte que lo haga.
Yo creo que uno no escribe para sí mismo, al menos es mi experiencia personal... Porque si fuese así no se publicaría nada.
¿Para qué publicar algo, dejarlo en internet, sabiendo que puede ser leído por todo el mundo, si en realidad queremos que quede en nosotros?
En mi caso, son los comentarios lo que hacen o motivan que siga insistiendo humildemente con mi blog. A veces el silencio me gana la batalla, pero alguien me pregunta cómo ando y ya escribo.
Gracias a vos por ser parte de mi blog.
Alicia

Luis Madrigal Tascón dijo...

Bien, parece que hay diversidad de opiniones, lo cual entiendo yo aún mejor que las buenas actitudes, porque de la pluralidad de criterios y del verdadero respeto al criterio ajeno, sin duda, a mi juicio, hasta un cierto límite (porque creo que hay criterios irrespetables), el resultado es el de la paz y la concordia entre todos, dicho sea ello muy en general. En lo que atañe a esto de escribir, pueden también admitirse todas las explicaciones, respecto a la causa que lo determina. Tienes mucha razón, Alicia, en que si no quisiésemos que se produjese la más mínima divulgación y conocimiento de lo que escribimios, no lo dejaríamos colgado en Internet. El argumento, es incontestable. Sin embargo, pienso también, como lo hace nuestra colega "Capuchino de Silos", que tan sólo el placer de escribir -más o menos equivalente, p. ej., al de fumar un cigarrillo, sin duda mucho más, y lo digo como ex-fumador impenitente)- puede justificar con creces, por sí mismo, el hacerlo. ¿Qué hacer después con lo que se ha escrito? Esto último, entiendo que ya es otra cuestión, totalmente independiente de la causa por la que se escribe. Tal vez, quienes publicamos lo que escribimos (lo digo sólo por mí), simplemente somos unos pobres pretenciosos, unos meros "creídos" en que lo que hemos escrito puede tener algún valor. Pero también es posible interpretar el hecho en sí de la publicación, como una "explosión" del espíritu; en ocasiones, como un "golpe sobre la mesa", o en otras como un "lamento" que se nos escapa... sin poder evitarlo. Hablando por mí mismo, y de mí mismo (lo que no está demasiado bien), debo decir que, sin duda, es mucho más lo que he escrito, que lo que he publicado, ahora en Internet y antes en los periódicos. Perdonad por la perorata, pero esta cuestión merece la pena ser abordada. Un cariñoso saludo a las dos. Espero que podais conoceros, porque, a mi juicio, tenéis muchas cosas en común. Todas buenas, todas llenas de sensibilidad y buen gusto. Luis Madrigal.-

Alicia Abatilli dijo...

Es como dices, Luis.
Gracias por tu respuesta.
Seguramente nos conoceremos.
Un abrazo.
Alicia

posicionamiento internet dijo...

estoy mas que a favor de los comentarios sin moderacion...