A LOS HERMANOS HISPÁNICOS MUERTOS
De los Andes lejanos, un quejido
trae hoy el viento, que mi pecho siente.
Es el lamento del silencio hiriente
que grita soledad, tan afligido.
Llega hasta mí, hasta mi pecho herido,
el grito de quietud, manso y doliente,
tan ausente de mí, mudo y silente,
que eternamente grita, enmudecido.
Ayer como mañana, un hoy eterno,
vuestras nieves albergan signo fuerte,
que os hará vivir un largo invierno.
Hasta que -muertos- un clamor despierte,
sin visos de terror, muy suave y tierno...
La eternidad, no existe sin la muerte.
Luis Madrigal
Almas que hoy lloráis a vuestros muertos,
oid lo que ellos ya escuchan en el Paraíso. Es la melodía
que el gran músico alemán, Christoph Willibald Gluck,
escuchó que, en el Cielo, a su son, danzaban los
Espíritus Bienaventurados.
De los Andes lejanos, un quejido
trae hoy el viento, que mi pecho siente.
Es el lamento del silencio hiriente
que grita soledad, tan afligido.
Llega hasta mí, hasta mi pecho herido,
el grito de quietud, manso y doliente,
tan ausente de mí, mudo y silente,
que eternamente grita, enmudecido.
Ayer como mañana, un hoy eterno,
vuestras nieves albergan signo fuerte,
que os hará vivir un largo invierno.
Hasta que -muertos- un clamor despierte,
sin visos de terror, muy suave y tierno...
La eternidad, no existe sin la muerte.
Luis Madrigal
Almas que hoy lloráis a vuestros muertos,
oid lo que ellos ya escuchan en el Paraíso. Es la melodía
que el gran músico alemán, Christoph Willibald Gluck,
escuchó que, en el Cielo, a su son, danzaban los
Espíritus Bienaventurados.
10 comentarios:
Precioso poema y hermosa música.
Saludos.
"...y todo el pueblo dijo ¡Amén! ¡Amén!" (Gen.)
Me encanta que hayas llegado a mi blog porque así tengo la posibilidad de conocerte.
Hay muchas cosas en tu sitio que me son comunes.
Yo también soy de Castilla León. Por tanto viva nuestra comunidad.
Otra cosa que me une a ti, es la pena por lo que ha pasado en el pais hermano.
Estamos con ellos. No quiero que se sientan solos, y hay que hacerles llegar el calor de nuestro corazón.
Luis, muchas gracias.
Me quedo siguiéndote.
Besos amigo.
Un Placer volver a leerlo luego de una gran ausencia en el infinito mundo de internet. Un abrazo
Muchísimas gracias, Mercedes, eres muy buena y eso te hace parecer hermoso lo que escribo. Yo también estoy siguiendo tu actual novela. Ya tendremos ocasión de hablar de ella. Tienes que darme algunos consejos, porque, como creo ya te dije, yo también he escrito una. Pero he de pulirla aún bastante. Ya me dirás como es ese mundo de la narrativa, en el plano editorial. Confío en tu consejo y orientación. Mi cariñoso recuerdo.
MAN: No creas que lo dijo todo el pueblo. Hoy, hay muchos, demasiados discrepantes y, sobre tod muchos sordos. Estemos nosotros prestos siempre y abramos bien nuestros oídos. Un abrazo.
Duna: Te ví en el comentario que hiciste en el Blog de Claudia, que fue y es mi Profesora de Blog y sentí la curiosidad de saber quién podías ser. Me alegro de haber sido curioso porque tu Blog, en el que domina la Poesía, me ha gustado mucho y he decidio seguirlo. Estaremos en contacto. Debo decirte no obstante, aunque nada tengo contra Castilla, que los leoneses no somos castellanos, y mucho menos "castellano-leoneses". Sólo somos leoneses. Discúlpa si con esto hiero algún sentimiento, pero siempre hay que ser sincero al expresar los propios de uno mismo. Mi cordial saludo, Duna. Me alegro de que seas amiga de Clau, que es una mujer portentosa y llena de vida.
Juanjo, querido amigo argentino: Muchas gracias por volver a dar señales de vida. ¿Ha sido fuerte en algunas zonas de la Argentina la posible repercusión o réplica del terremoto de Chile? Espero, en cualquier caso que no tanto. Estaremos en contacto, sobre Artigas y sobre otras muchas cosas. Un abrazo, Juanjo. Tu amigo español, Luis Madrigal.-
Luis:
Agradezco en nombre de todos mis compatriotas tu bello soneto, y esa oración que necesitamos tanto. Son horas, días de dolor, todo ha sido tan inésperado y catastrófico que recién estamos tomando conciencia real de las pérdidas en vidas humanas y destrozos materiales... El sunami fue implacable en el sur de mi país, de a poco estamos dimensionando la realidad.
Cada ser que nace en ésta bella geografía, sabe que cada veinte, veinticinco años, la tierra tiens que liberar energía, nos preparamos desde infantes; pero nadie jamás, ni en su peor pesadilla, imaginó una situación tan dolorosa y fuerte... Mi amado Chile se pondrá de pie como tantas veces lo ha hecho, pero por siempre guardaremos en la retina el pánico y terror vividos.
Un abrazo Luis y gracias por tu solidaridad.
Taty: ¡Arriba el corazón, arriba el ánimo!. Tenemos que llorar a los muertos y danzar con ellos lo que ellos ya están danzando, la felicidad eterna, sin más sombras ni angustías. Pasaron ya todas. Vosotros, viviréis, resurgiréis de las propias cenizas, como el Ave Fenix. Chile es un país duro, fuerte, capaz de sobrevivir a su desgracia. La Naturaleza y la Tierra os han hecho así. Pero vuestros antepasados, los araucanos, nos enseñaron el camino. Nos lo ha dichoa todos, en octavas reales, escritas sobre cortezas de árboles,un compatriota mío y por siempre eterno cantor de esa gran Nación hermana: Alonso de Ercilla.- Un beso Taty, para ti y tus hijos. Luis.-
Estoy contigo y con mis amigos de Valparaiso, de Santiago, de Viña del Mar. Tus palabras las hago mías , para enviarles desde aquí la fuerza que representa ese macizo imponente que se ve en la foto y en todo el país chileno.
La eternidad no existe sin la muerte, y sólo en la vida hay sufrimeinto:
Un abrazo y gracias or tus palabras
Entonces estamos unidos, querida Ángeles, en esta sincera expresión de afecto hacia nuestros hermanos chilenos, que pueden estar seguros de lo que les queremos en España, al menos la inmensa mayoría de los españoles. Un saludo muy especial a todos tus amigos de esas Ciudades chilenas. Para mi propio sentimiento personal, te ha faltado Chillán, de donde era un Profesor que yo comocí en León, en mi juventud, durante su tercer viaje a Europa. Se llamaba Don Darío Brunet Molina, y ahora tendría más de 130 años, calculo. Nunca me he olvidado de su nombre porque siempre le he tenido en mi corazón. Él siempre me llamó "Lucho", y sostuvimos durante años una intensa correspondencia transoceánica, pese a la diferencia de edad. Un día, dejé de recibir cartas suyas y nunca volví a saber de él. En ocasiones, le recuerdo, con su ternura y bondad, y con aquel bastón de empuñadura de plata del que se ayudaba para caminar. Venía de Suiza y me dijo que allí no había encontrado ningún lago de la belleza de los de las montañas de León. Hoy vuelvo a recordarle y a sentir, en su nombre, lo que él hubiese sentido de estar vivo. ¡Arriba, chilenos!. Luis Madrigal.-
No son necesarias las disculás mi amigo español. Aquí han llegado replicas del terremoto en Chile, pero al vivir en el corazón de Argentina, los daños han sido mínimos, e infinitamente menor que el dolor que sentimos por nuestro país vecino.
Me alegro de volver a contactarme con usted, y espero hacerlo más seguido cuando nuestros deberes sean menores. Un fuerte abrazo, su joven amigo, y colega Argentino.
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