lunes, 22 de marzo de 2010

HA LLEGADO EL OTOÑO



PRIMAVERA OTOÑAL

Brotan las hojas a mi paso... El vuelo,
de un verde azul y flores se ha teñido.
No los miro... Dentro de mí el latido
de otras que, lejos, caen ahora en el suelo.

En mi sentir, el único consuelo
-las horas que pudieron haber sido-
rompe sin paz mi alma, y un gemido
se eleva en espiral presto hasta el cielo.

¡Oh, Primavera, nervio de la vida;
juventud, ilusión, fecundo aliento...!
Tu vuelta, no recuerda ya la ida

hacia un Jardín florido, hoy ceniciento,
mientras mi ser vislumbra ya la herida
de otra Primavera y casi ciento.


Luis Madrigal


Sin retirar la conocida pieza de Vivaldi, "El Otoño", por razones de coherencia metodológica, atiendo con gusto la sugerencia de nuestra amiga y corresponsal de Blog "Capuchino de Silos", música y musicóloga, precediéndola de otra de Brahms, la 1ª de las 10 Variaciones sobre un tema de Haydn, Op. 56 a. Su criterio, sin duda, resultará mucho más autorizado que el mío:




10 comentarios:

Capuchino de Silos dijo...

Lo más maravilloso que has escrito en tu vida lo acabo de leer.
No se puede hacer un canto más bello que este (no Vivaldi, por favor). Requiere otra élite de música. Existen románticos maravillosos para acompañar esta belleza.
Tienes que hacer un cuadro con este soneto en tu mano. Ya lo tienes en tu corazón. Te aseguro que será tan bello como él.

¡¡¡Enhorabuena!!!

Un fuerte abrazo y muchas gracias

Anónimo dijo...

Hermosas y cálidas palabras que danzan junto al sentir...
Encantada de caminar entre ellas...
Bsos...

Luis Madrigal Tascón dijo...

Querida "C", mil gracias por tu amabisísimo comentario. Celebro que te guste. Ya sabes que soy un analfabeto musical. Dime a quien crees que debo poner, en lugar de Vivaldi. ¿Tal vez a Brahms? Si así lo crees, dime si puedo encontralo en Goear, ahora que ya se ha hecho decente. Un beso. Mil gracias. Luis

Luis Madrigal Tascón dijo...

Ginebra, tú puedes caminar entre esas palabras, porque, ¿vives en Buenos Aires, verdad?. Besos también a ti. Luis Madrigal.-

Capuchino de Silos dijo...

¡¡¡¡¡Esa es su música!!!!!!!!!

Eso si es......para que todo tenga unidad maravillosa.

Muchas, muchísimas gracias.

Después volveré para escucharla y leer serenamente.

Isabel Martínez Barquero dijo...

Un poema hermosísimo y, también, muy triste. Frente al esplendor que se anuncia, el otoño interno, la desolación.

Me quedé herida de belleza por este "ángel terrible", este ángel rilkiano que también canta a los "mortíferos pájaros del alma".

Digo lo que siento, Luis, no es betún bloguero ni palabrería hueca: muy hermoso.
Posees un maravilloso aliento lírico que me fascina.

Todo un placer pasar por tu casa y beberme estos bellos versos.

Luis Madrigal Tascón dijo...

Mil gracias, Isabel. Digo lo que tú misma, que hago lo que sé y lo que siento, no más. Cuando leo a Rilke, tengo la tentación de no volver a escribir nunca más, en lo que se refiere al "lirismo", entendiendo por tal la expresión de los sentimientos más íntimos del "poeta". Tampoco sé, muy sinceramente, si yo lo soy o no. Ya sé que tus elogios no son de "barniz", como el de esas apestantes páginas o sitios, donde todos los coemnetaristas se deshacen en elogios, si no más faklsos que Judas, sí por completo gratuitos y sin fundamento ni razonamiento alguno, sino pienso que, en nuestro caso, sinceros. Digo lo mismo de mí respecto a tu narrativa. Pero, aún siendo sinceros ambos, según honestamente pensamos¡quién sabe lo que de verdad es bueno y lo que tan sólo son palabras yuxtapuestas, o lo que es peor, "amontonadas".¿Quién puede decirlo y con qué autoridad, al margen de los cánones, tantas veces rotos en mil pedazos? Tendremos que bueno, o de calidad literaria, es aquello que me gusra a mí, y malo lo que no me gusta. ¿Acaso hay otra regla, o algún tipo de máquina, para contar medir o pesar?. Lo que sí sé, querida Isabel, es que quiero seguirte más de cerca y "automáticamente". Por ello, con tu permiso, te llevo ahora mismo a la columna derecha de mi Blog, para que te encuentres entre "los amigos del alma", alguno de los cuales son los tuyos propios. Un beso, Isabel. Luis.-

Capuchino de Silos dijo...

Luis, no tengo palabras para agradecerte lo que has hecho.
Yo soy una enamorada de Brahms y tu maravilloso soneto creo que está mucho mejor acompañado con estas variaciones suyas, aunque no estén completas.
De todas las maneras, habrá siempre, alguien que le guste más Vivaldi.

Muchas, muchas gracias, amigo, artista y bellísima persona.

Un fortísimo abrazo

Marga Fuentes dijo...

Una preciosidad de soneto que me emocionó al leerlo con el fondo de las variaciones de Brahms.
Muy sentidas tus palabras, querido Luis. Me tocaron el alma.
Un fuerte abrazo,

Isabel Martínez Barquero dijo...

Estoy de acuerdo contigo, Luis. El mejor criterio, el que siempre nos funciona es el "me gusta" o "no me gusta". Existen escritos muy bien trazados, impecablemente redactados, pero que nos dejan fríos, no nos llegan (les falta emoción, alma). Si no se trasmite, si no inundamos al lector/a con emoción, ¿para que vale? Quizás, un puro y, por supuesto, admisible ejercicio de estilo, pero que se queda en eso y no entrará en nuestra memoria selectiva.

Sin permisos, que yo encantada. Para mí es un honor que me coloques ahí. Hasta me has emocionado, amigo.

Un abrazo fuerte.