Todo viene de Ti,
y lo que nos das, es bueno.
¡Gracias, Señor!
ANGUSTIOSOS CIELOS GRISES,
SE TORNAN EN ILUSIÓN Y ESPERANZA
El cielo, es gris. El alma, anonadada,
toma pronto el color y gime presa.
Entre cerros de nubes, la luz besa
sólo un trozo de azul, que casi es nada.
Vuelve la lluvia, al gris tan apegada,
y deja su suspiro. El aire, pesa,
que su denso color la nube espesa,
llena de amargo fruto, y tan alzada.
Mas, de pronto, el espíritu recuerda
que nada cuanto angustia, es transcendente;
que es preciso aplicar razón más cuerda.
La nube, dentro, se hace transparente,
ya no es pena, ni hay gris que al alma muerda.
¡Y lo que envía Dios, benevolente!
Luis Madrigal
2 comentarios:
Hermosa manera de contar que, por muy dura que sea la tormenta, si confías, finalmente se marcha.
Saludos, Luis.
La transparencia de la nube llega cabalgando en la alegría.
Excelente, Luis.
Alicia
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