miércoles, 14 de abril de 2010

EL LARGO E INACABABLE FRÍO INVIERNO



VUELVE LA LLUVIA

Vuelve sobre Madrid la lluvia,
tras la engañosa promesa del sol,
a adueñarse del aire
y, sus plomizas cortinas,
a oscurecer los claros del horizonte
que emergieron días pasados de la bruma.
Otra vez el pertinaz goteo
repica sin tregua sobre los cristales,
enturbiando el día
y entristeciendo la noche.
Acumulando sin piedad el llanto del cielo.
Nuevamente, brillan las hojas de los árboles,
que parecen barnizadas de cera y exhalan el aliento de la lluvia,
insípido y sin aroma.
Mientras, corre el agua a raudales, en desbandada,
junto a los adoquines y los bordillos de las aceras.
Parece tener prisa en llegar a ninguna parte,
cuando ya los arroyos no la esperan,
rebosantes en su caudal,
tanto, tanto, de agua,
como, de lágrimas llenos,
mis ojos se pierden en la distancia
y como, casi de puntillas,
se aleja otra vez la Primavera,
entre un mohín de recelo y un suspiro que ya no es de esperanza.
A culminar tanta tristeza,
contribuye el frío, aún más gélido que en Enero,
bajando de las altas cumbres,
que todavía conservan sus penachos blancos,
para sumir al alma en las horas más aciagas y afligidas.
¡Oh, Dios mío...! ¡Qué largo es el Invierno!




Luis Madrigal



3 comentarios:

Pluma Roja dijo...

Ciertamente el invierno es largo, físicamente y espiritualmente, pero gracias a Dios pasa.

Precioso poema como siempre,

Saludos cordiales,

Aída.

mariarosa dijo...

Paciencia Luis, pronto sera verano.
Para nosotros los del sur de America, la cosa es más dificil, aunque nuestros inviernos no son como los vuestros tan fríos y no conocemos la nieve... aquí el que viene pisando fuerte es el invierno.

Bello poema.

mariarosa

Luis Madrigal Tascón dijo...

Gracias, muchas gracias, queridas amigas. Gracias por los ánimos. Todo pasa, Aída, incluso la muerte. María Rosa, siento que en nuestra America del Sur caminéis hacia el duro Invierno. Os enviaré un poco de calor... cuando lo tengamos aquí. Mi cariñoso recuerdo. Luis.-