CORRIÓ VELOZ EL TIEMPO
Buscaba ayer, sin más, fresca la risa,
envuelta con la luz de la mañana;
lucía ardiente el sol en mi ventana
y, en las noches, soplaba ágil la brisa.
Tanto el tiempo corrió, con tanta prisa,
que su paso apagó la hora temprana
y la dulce armonía soberana,
quejido y llanto trajo por divisa.
Ya las flores no alumbran aquel sino;
dejaron su fulgor, ayer hermosas.
Sus pétalos regaron el camino,
tejido de claveles y de rosas,
al caer de la tarde, y su destino
fue besar con dolor aquellas losas.
Luis Madrigal
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6 comentarios:
Aquí de nuevo, disfrutando de tu post.
Hasta pronto.
Elegante y precioso soneto, un placer leerte.
Saludos.
El tiempo, juez imparcial, nos va igualando, poco a poco, a todos y en ese poco a poco cabe toda una vida y nos une, pétalos de claveles o de rosas, en un anonimato hasta refundirnos en nuestro mismo y único origen.
Reflexión profunda para tan profundo soneto.
Pasé por aquí solo para saludarte.
Un abrazo amigo Luis.
Bello, reflexivo y triste poema.
Saludos cordiales,
El tiempo, el vacío, el que todo lo delimita.
Hasta pronto.
Aída
No se me ocurre decirte nada, me quedo fascinada:No dejes apagar el entusiasmo,virtud tan valiosa como necesaria,trabaja,aspira,tiende siempre hacia la altura.Que tonteria,todo eso lo tienes,ya se que tengo dias en que mejor callada.Un abrazo.
Gracias a todos, amigos. Sois muy amables. El tiempo, ciertamente, es misterioso en extremo, pero hemos de confiar en salir de él, como apunta MAN y Aída. Nadie dice tonterías, Toñi, excepto los sabios absolutos. Eso que tu me recomiendas de ninguna manera puede serlo. Todos hemos de intentarlo. Nos lo pueden poner difícil, nos pueden cargar de cadenas, nos pueden hasta matar. Pero no nos pueden parar. Sólo nosotros podemos pararnos... Cuando lo hacemos, ya hemos muerto. Un beso, Toñi. ¿Cuándo vas a hacerte tu Blog?
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