TUYO EL SILENCIO, MÍA LA ESPERA
Si el silencio es tu voz,
y cuando con estruendo gritas,
se oye, en el callado bosque, quieta calma.
Si cuando yo te espero, sin que vengas, tu sentido
hace séquito y cortejo toda mi alma.
Si, aunque nunca me digas que estás sola,
conmigo siempre estás, y en mi memoria
cabe, sin ser, de ayer toda tu historia,
no hace falta que emitas ni un sonido...
Se oirá en mi pecho, del tuyo aquel latido
que tantas veces oigo y doy al viento
cuando, al ponerse el sol, siento el lamento
que hasta tan lejos llevo dolorido.
Será tu frío Otoño, ardiente Primavera
que encienda el cielo hosco, y haga de colores,
por ti y para ti, brillar las flores
que alienta el sol, cuando iza la bandera
de la vida, que habita en mis entrañas.
Y a la noche, cuando en el cielo al fin fulge la luna,
mi soledad retorna sin tenerte,
y siento ya que nunca podré verte,
todo el silencio es tuyo... Mía es la espera.
Luis Madrigal
3 comentarios:
Estaba escribiendo este comentario, cuando hubo un apagón de luz. Se borró el que hacía, empiezo de nuevo. Decía que al venir a tu blog, las palabras están de más. Sería de leer, escuchar la música que pones y disfrutar todo. Pero siempre me nace dejar algo por acá. Y es lo mismo: una belleza.
Saludos cordiales.
Aída.
Ya sabes cuanto me gustan tus poemas, hoy, sólo el título, "Tuyo el silencio, mía la espera", está lleno de contenido y maestría, el resto es increíble.
Un abrazo.
Bello escrito, Sr Madrigal.
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