viernes, 18 de junio de 2010

EN LA DESOLADA ANGUSTIA



"Y Yo estaré con vosotros
hasta la consumación de los siglos"

(Mat. 28, 20)



PRENDE UNA LLAMA

Salí de casa sin mirar. Llovía.
Un viento frío, a rachas, ululaba.
No acertaba a saber si me azotaba
por ser Invierno, o Primavera fría.

No queria saber lo que sería,
si Invierno o Primavera... ¡Qué más daba!
si el estado del alma en que me hallaba
no podía eludir, aunque quería.

Caminé hacia una Hoguera, y una llama
llegó a mi corazón, que no latía...
Prende dentro de mí, y mi alma inflama

para arder yo también como Ella ardía.
Después, llegué hasta el sol, que luz derrama
y le presté el calor que yo tenía.




Luis Madrigal







2 comentarios:

mateosantamarta dijo...

Todo un ejercicio de poesía ortodoxa y una auténtica transmutación anímica capaz de afectar al mismo sol! Un abrazo, paisano.

Mercedes Pinto dijo...

Bello encuentro y bellas palabras.
Un abrazo.