BUSCAN MISTERIOS LAS HORAS QUIETAS
Al misterioso paso,
que pisa sobre el aire en la alameda,
las horas quietas le han buscado
para saber por qué, en silencio,
musitan las estrellas...
Por qué el Viento, del Norte, trae y lleva misterios
que nunca se revelan
y, en las noches de Invierno,
como blancas espirales de amor,
suben hasta el cielo
las oraciones de los niños,
cargadas de misterio y de ternura,
mientras, como cuerpos inertes que se despeñan por un barranco,
se apagan los corazones
gimiendo entre espinas
y un puño se cierra y aprieta, compacto y duro
como un lingote de hierro,
para golpear con la misma dureza un rostro hermano,
entre los estertores de la impotencia
y las atrabiliarias naúseas del odio.
Luis Madrigal
2 comentarios:
Hermoso poema lleno de misterio. El viento del norte... Es cierto, algo tiene que causa desasosiego.
Un abrazo.
Que nunca se nos apaguen los corazones, querido Luis, que nuestras manos no encierren el hierro hiriente.
Profundo, hermoso y evocador.
Un abrazo.
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