miércoles, 2 de junio de 2010

TRECE SONETOS DE AMOR (XI)




SE HACEN LEVES LAS HORAS AL MIRARTE

Me alienta la esperanza, al recordarte.
La certeza de estar en tu memoria
y, aun sin recuerdos, desandar tus historia...
La angustia me devora al esperarte.

Si breves son la horas al mirarte,
siglos parecen, razón ilusoria;
vueltas sin fin, cual cangilón de noria,
las ansias y el anhelo de encontrarte.

Mis ojos, caerán sobre tus ojos
-yo lo sé bien-  un día, frente a frente,
para saber de ti, sin más despojos...

Para sólo mirarte, sólamente,
mientras que tú me dices, sin sonrojos,
que a mí sólo has querido eternamente.



Luis Madrigal




3 comentarios:

Mercedes Pinto dijo...

Me encantan tus poemas de amor, siempre vengo a disfrutar un ratito de buena poesía. Gracias.
Un abrazo.

Pluma Roja dijo...

Te habías ausentado por un corto tiempo. Pero debemos aprender a manejar el tiempo sin angustia. Yo no puedo dejar de publicar. Es como una especie de necesidad. Quisiera por un momento decir: "Ahora no publico", pero tengo que hacerlo. Mi maestro me decía: "Usted no es una fábrica de literatura" pues la verdad no creo ser fábrica, pero no puedo dejar de publicar. ¡Qué hacer! Tendré que irme de vacaciones próximamente.

Tu poema una belleza.

Saludos cordiales,

El Gaucho Santillán dijo...

Bienvenido al ruedo, Luis.

El soneto, redondo.

Un lujo, amigo.