¿NO MOVERÁ A NADIE MI PENA?
Suave y lenta, la lluvia en los cristales
acariciaba al alba y sonreía.
Desde mi lecho, triste la veía,
a media luz, sobre los ventanales.
Yacía mi alma en duros peñascales,
anhelante y latiente todavía,
sangrando por la herida, noche y día,
entre abruptos y crudos pedregales.
¿Será muy largo -pregunté a la Aurora-
el camino en que arrastre mi cadena?
¿Acaso es mi destino, que deplora
el dulce amor, si causa tanta pena?
¿Será siempre mi vida como ahora,
sin que a nadie conmueva mi condena?
Luis Madrigal
2 comentarios:
Mucha desolación y tristeza encuentro en este bellísimo poema.
La canción de Aute es de las más bonitas que he oído. Muy hermosa.
Espero que estés bien.
Un abrazo.
Family Guy
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