sábado, 29 de enero de 2011

ESE RAYO DE LUZ




QUE TOCA EL ALMA


Suaves las horas pasan y, en la tierra,
un Meridiano cruza por el cielo
que brilla sobre el mar y, bajo el suelo,
abre la luz que la razón entierra.

Ilumina la paz, nunca la guerra;
trae la fe y el amor, siempre el consuelo
para que, libre, el hombre alce su vuelo
sin arrastrar el odio, que destierra.

Ese rayo de luz quiero en mi alma
para alcanzar la vida, de tal suerte
que mis horas de angustia sean la calma;

que mi débil afán se haga más fuerte
y en mis manos deje caer la palma
que, por siempre, me libre de la muerte.





Luis Madrigal




3 comentarios:

Pluma Roja dijo...

preciosos versos, acompañados de unas fotos bellísimas que hablan por sí solas.

Un fuerte abrazo mi querido y estimado poeta, maestro y amigo.

TOÑI dijo...

La búsqueda de la verdad es lo que nos hace verdaderamente libres.Pero que pocos son verdaderos buscadores.

Francisca Quintana Vega dijo...

Ese rayo de luz, mana de Dio, para nosotros, los creyentes.
Mana de la sonrisa de los amigos. Del amor de la familia....hasta de los poemas bellos como este que el alma es capaz de expresar.
Un saludo