III
PARA QUE OTRO VEA SU MIRADA
Luis Madrigal
Es noche y, sin luz, no veo nada
al caminar por un sendero oscuro…
El cielo, oculto está; el suelo duro,
hace sangrar mis pies cada pisada.
Murió aquella ilusión, tan esperada…
Se estrelló con dolor, como ante un muro;
el invierno, se hizo hielo puro
y se apagó la hoguera en la alborada.
Ahora ya, nada busco y nada tengo,
mas quiero que, por mí, lo tenga todo.
El tiempo pasa, y yo no lo detengo.
En un rincón oscuro me acomodo,
mientras, la llama, en mi mano sostengo
para que pueda ver, sin pisar lodo.
ABAJO EL TELÓN
8 comentarios:
"Murió aquella ilusión, tan esperada…
la llama, en mi mano sostengo
para que pueda ver, sin pisar lodo."
Generoso final, del que, aún sin ser correspondido, hace todo lo posible para que el amado tenga luz, la luz que él mismo perdió.
Un abrazo Á.
Que amor sincero! Lindo poema!
Gracias, muchas gracias, Ángeles. Muchas gracias Debora. No voy a negar, ni desconocer que, sin luz, uno no vé nada. Eso es lo malo. Pero tendré que subsistir bajo tierra, donde nunca llega la luz. Mi cariñoso recuerdo. Luis Madrigal.-
En este trío de sonetos, ninguno desmerece en belleza y calidad.
Son dignos de concurso. Agradezco el poder leer tan hermosos poemas de amor. Siempre fueron mis preferidos.
Gracias por hacernos partícipes de su obra.
Un cordial saludo.
Me alegro mucho de que te hayan gustado, Francis. Espero leer otros tuyos pronto. Mi cordial saludo. Luis Madrigal.-
Como siempre, un placer leer tus magníficos sonetos. He leído la trilogía y me ha gustado mucho. En tus manos, el soneto se hace pasión, aunque sea pasión de ausencia, canto que se se eleva en el silencio y rompe la oscuridad. Tienes emoción y técnica, un binomio perfecto.
Gracias, querido amigo.
Preciosos estos tres sonetos. Una obra de arte.
Saludos cordiales.
Muchas gracias, Isabel y Aída. Me alegro de que os hayan gustado. Creo que ya muy pronto dejaré de escribirlos. ¿No habéis reparado acaso en ese Telón que se baja? Otro habrá de subir. Un abrazo. Luis Madrigal.-
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