jueves, 31 de marzo de 2011

¡PRIMAVERA, AL FIN...!




¡¡LLEGÓ, LLEGÓ...!!, NO IMPORTA CÓMO



¡Ah...!, quebradiza diosa, infiel tesoro
que ocultas tus favores al humano...
Tiempo revuelto, del Invierno hermano,
que, un año y otro, traes lo que deploro.

Pese a tu viejo empeño, yo te adoro.
Te espero entre cristales, y aun lejano,
a tu llegada tiendo hoy ya mi mano,
en la doliente espera en la que lloro.

Llegaste al fin y la hora de las flores
con sus aromas cubre el verde prado;
tiñes la luz añil de mil colores

en cromático encuentro acalorado
y, al caer la tarde, viertes los amores
de un corazón por siempre enamorado.



Luis Madrigal




En la imagen superior, violetas robadas a MAN,
que se encontraba extasiado en Murcia, oliendo a azahar,
mientras contemplaba el vuelo del Vencejo



7 comentarios:

Pluma Roja dijo...

Preciosos pensamiento que ilustran tu bello soneto. La primavera siempre trae felicidad porque es amarilla; porque está llena de colores, de vida. Una de las estaciones que me gusta es esa. Pero claro no conozco el otoño, ni el invierno. Vivo en el país de la eterna primavera.

Un fuerte abrazo mi estimado Luis.

Hasta pronto.

Man dijo...

Amarilla de soles y moradas de cuaresmas.
León ya tiene otra estación y Vivaldi afina alegres violines.

Luis Madrigal Tascón dijo...

Aída: Creo yo que no es del todo bueno tener tan sólo Primavera. Sería, casi, como no pasar de la primera infancia, o de la juventud, con la cual se ha comparado siempre a la Primavera. Pero, si es eterna, como dices, sólo lo eterno también es ansoluto. Lo demás, todo relativo. ¡Fíjate, fíjate de qué modo tan elegante reclama MAN la autoría de la foto...! Y además de reclamarla, la aclara: Anarillo como el sol y morado como la Cuaresma. Un beso. Luis.-

Luis Madrigal Tascón dijo...

Muchas gracias, querido MAN, por no presentar denuncia, ni querella, contra mi acto delictivo y punible. Aunque no sé por qué (bueno la verdad es que sí lo sé) estaba y estoy en el buen entendimiento de que todo lo que es tuyo, es también mío. Y viceversa. Ciertísimo que León, ya tiene otra Estación, pero, además de la que los murcianos nos prestáis a los leoneses (¡y a los madrileños), es la del AVE. Tampoco está mal, dentro de poco llegaré allí en algo más de una hora, desde Madrid. ¡Y Murcia también va por el mismo camino! Un fuerte abrazo, "zagalico", de tu buen amigo Luis Madrigal.-

P.D.- ¿Cómo va la Encuesta que nos pasó Aída?

Pluma Roja dijo...

La verdad es que la eterna primavera la vivimos en Guatemala, ahora dicen que estamos en verano y por casualidad descubrí lo espantoso del verano. Es un calor insoportable y seco. Luego tendremos la temporada de lluvia (creo que para ustedes invierno) a la entrada de la temporada de lluvia empieza nuestra primavera. Pero la realidad es que sí es eterna en Guatemala, porque siempre está llena de verdor y flores.

besos. Aída.

Luis Madrigal Tascón dijo...

¡Que siga siempre así...! El verdor y las flores, posiblemente están muy emparaentados con el origen de la vida y... del ser humano. No es mala suerte, desde luego y quizá tiene mucho que ver con la Eternidad. Un beso, Aída. Luis.-

Francisca Quintana Vega dijo...

Encantada de haber podido leer otro de tus bellos sonetos. Si tuviera que elegir, me quedo con los versos primero y últimos.
Gusta respirar paz y serenidad en las letras. Un saludo.