SOMBRA HERIDA AL CALOR
Como una sombra, herida por el viento;
como un gladiolo puro, en pleno invierno,
como si el mismo cielo, y no el infierno,
pudiese contemplar en un momento.
Así es, sin ni moverte, el pensamiento
que acaricia mi mente, y se hace eterno
en mi palabra viva, tallo tierno
que sostiene energía sin cimiento.
Entre el frío invernal, como un piropo,
sobre herida, al calor que tiene el fuego,
de la nieve que cae, tan sólo un copo
tomaré para mí, en el veraniego
espacio que se abre... Y como un tropo,
de ese gladiolo, mi alma será el riego.
Luis Madrigal
2 comentarios:
Bellísimo, ya no diré bellísimo soneto simplemente diré bellisimo texto. Luego, acompañado con Chopin, solo me faltaría una copa de vino y unos quesos.
¡Felicitaciones!
Hasta pronto. Aída.
Muchísimas gracias, Aída. Tu comentario, me hace recordar aquellos versos de Baltasar de Alcazar:
"Tres cosas me tienen preso
de amores el corazón:
La bella Inés, el jamón
y berengenas con queso."
De Chopin y del vino, don Baltasar no se acordó. Pero desde luego también merecen la pena. Un beso, Aída. Luis Madrigal.-
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