UN SIETE DE SEPTIEMBRE,
YA
AL OCASO…
Un Siete de Septiembre, ya al ocaso,
decidiste nacer y estar presente…
De niña -al sonreír- niña inocente
y de mi vida, al fin, fuiste el fracaso.
Sigo viéndote, allá por donde paso,
y oigo al pasar tu risa, tan latente
por siempre en mi memoria… Aun silente,
camino con tu luz a cielo raso.
Bien sé que no vendrás… Que siempre habitas
en otro pecho herido, y no adivinas
que la sombra se cierne en las ermitas;
que, en duro suelo, no hay cumbres andinas
y las horas parecen infinitas...
Que ya nunca veré las golondrinas.
Luis
Madrigal
Madrid, 8 de Septiembre de 2011,
a las 00,04 hora de España, cuando en el lejano Sur,
al otro lado del inmenso Mar, sean las 19,04 del día 7, justamente
la hora del ocaso.
Con todo mi cariño
5 comentarios:
Es un hermoso poema ...¿ con un dejo de triteza , tal vez ?
La melodía y las imágenes muy selectas Luis.
Recibe mis cariños de siempre.
Hola. De nuevo podemos disfrutar de un precioso soneto,de esos que rezuman melancolía. El Sur...nunca viajé tan lejos, pero debe ser una tierra hermosa. La música me ha gustado mucho. Saludos.
Triste belleza, pero también se intuyea alguien lejano que allá donde está, es y vive.
Que cumpla su destino y sea feliz, como a todos deseo.
UN ABRAZO Á
Estimado Luis:
Regreso tras mi periodo de ausencia y te leo con entusiasmo y me recreo en este hermoso soneto.-
Saludos cordiales:
Antonio
Muchas gracias, queridos amigos, por vuestra amabilidad. Yo, también acabo de llegar a Madrid y tendré mucho gusto en visitar vuestros Blog, con el mismo interés de siempre. Un abrazo. Luis Madrigal.-
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