martes, 15 de noviembre de 2011

CUANDO EL INVIERNO ACECHA




LA VIDA QUE PASÓ, FUE SÓLO UN SUEÑO



De gris hoy se han vestido los cristales
y desde el cielo, herida, la luz baja...
La vista se acomoda cabizbaja
y ve morir los días otoñales.

Pronto  -lóbrego, hiriente-  sus puñales
mostrará el crudo Invierno, que ya ataja,
para tejer de hielo una mortaja
y muestren su esqueleto los rosales.

Subir de nuevo blancas espirales,
de un techo donde el fuego pone empeño,
verán ojos sin luz... Los manantiales,

de piedra, se harán duros más que el leño
y sentirán muy dentro los mortales
que la vida, al pasar, fue sólo un sueño.




Luis Madrigal






2 comentarios:

Francisca Quintana Vega dijo...

No veo la forma de utilizar palabras nuevas para alabar estas obras de arte que son sus sonetos.
Está perfectamente construido y además expresa perfectamente un estado de ánimo. La niebla, la nada. Una cercanía de un final. Tal vez una desesperanza.
Espero que sólo haya sido un sentir pasajero del momento del poema.
Queremos disfrutar de su poesía por mucho tiempo. Mis cordiales saludos.

Luis Madrigal Tascón dijo...

Sinceramente, no creo que sea para tanto, aunque lo agradezca con la misma sinceridad. En cuanto al sentimiento subyacente, tan sólo es el que apareja un día gris, uno de esos días en lo que el color del cielo parece decirnos que ya todo acabó. Pero no es verdad, no es verdad. Aunque nos parezca lo contrario, ahora es cuando podemos, de verdad. Porque sabemos más, mucho más de lo que sabíamos cuando el color del cielo parecía que nunca iba a nublarse. Un cordial saludo, Francis. Luis Madrigal.-