martes, 6 de diciembre de 2011

LETRA PARA UNA CANCIÓN INACABADA





I

¡Qué bellos son tus ojos, cuando miran…!
Si bella es tu mirada, junto al mar,
más bella, cuando asoma, es tu sonrisa,
más blanca que una nube, bajo el cielo…
Más pura, a media tarde, que la brisa,
más bella que la luna al palpitar.



II

Que bellos son tus labios, y el color,
de rosa perfumada, que al besar
exhala fiel su aroma y el consuelo
dulce, que nunca ha sido, ni he de hallar.
¡Qué amarga mi amargura, sin anhelo…
qué ciega mi mirada fue al pasar!


III

Qué triste no encontrarte, cuando busco…
Más triste aún, es no poder buscar,
si el Mar que nos separa la galerna
desata entre sus olas al cruzar.
Mi búsqueda se queda en la caverna
del suspiro que tiembla, al no temblar.



Luis Madrigal




 

7 comentarios:

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Luis:

Qué bella es tu canción sin acabar,
compuesta a unos ojos adorables...
Estando junto a ellos junto al mar.

Un abrazo, feliz navidad.

Luis Madrigal Tascón dijo...

Muchas gracias, Rafael. El mar siempre es motivo de inspiración. Los ojos, mucho más. No hemos de olvidar a Gutierre de Cetina. Ni... a Laura Gonzaga. Un fuerte abrazo. Luis Madrigal.-

Francisca Quintana Vega dijo...

Preciosa canción. El amor, la belleza femenina, la distancia...el mar entre dos almas, que convierte un amor en imposible, todo con un ritmo y unas frases perfectamente hilvanadas.
Como siempre, me encantó su poema. Saludos.

Luis Madrigal Tascón dijo...

Muchas gracias, Francis. No sé lo que podría ser de mí sin tus elogios, que mitigan con creces la falta de interés general, por no decir casi total, pese a tus advertencias y recomendaciones. Verás que es así, del modo más objetivo. Debo decirte también, sin embargo, que valoro notablemente tus opiniones, precisamente por provenir de ti. Sabes muy bien que yo podría decir otro tanto, o mucho más, de lo que tú escribes, sin que en ello tenga la menor influencia el principio diplomático de la reciprocidad. Gracias de todos modos, con mi más cordial saludo. Luis Madrigal.-

stella dijo...

pOEMAS, CANCIONES...TODO LO QUE EN SÍ LLEVE EL AMOR IMPRESO LLEGA AL ALA ACARICIANDOLA, ME HA GUSTADO ENNORMEMENTE LERERTE lUIS
UN ABRAZO STELLA

Alicia Abatilli dijo...

Hola Luis.
Sí, creo que el título no hace justicia. La canción ya tiene su final.
Es hermosa.
Siempre compartiendo lo profundo que hay en vos. Siempre entregándote.
Un abrazo.
Alicia

Luis Madrigal Tascón dijo...

Muchas gracias, Estella: Tienes mucha razón, el amor habita en el alma, ésta es su única sede. Por eso, necesariamente ha de llegar al alma también, sin que pueda tener nunca ningún otro destino. Otro abrazo para ti. Luis Madrigal.-

Alicia: Nada en la vida -excepto ésta misma, cuando concluye el tiempo- puede decirse nunca que esté “acabado”. Las canciones tampoco. Siempre puede variar algo, cualquier cosa que desvíe el rumbo, aunque, puestos a contemplar la “hermosa” tristeza con la que, según entiendo, la canción de referencia ahora concluye, tampoco pueda afirmarse que tal belleza -si lo fuese- pueda convertirse, por arte de magia, en alegría. Ni las canciones ni la vida, alcanzan siempre un “final feliz”. Muchas gracias, no obstante, por tu delicada observación. Cuando Francisco I, rey de Francia, fue llevado prisionero a Madrid después de la batalla de Pavía, ganada por las tropas de Carlos I de España a las órdenes del marqués de Pescara, exclamó enfáticamente: “Todo se ha perdido, menos el honor.” Quienes, bien o mal, tratamos de cultivar la Poesía, a veces hemos de decir, parafraseando aquella expresión histórica: “Todo se ha perdido, menos la belleza”. Un beso. Luis.-