XI
NO QUIERO QUE ME OLVIDES
Quiero borrar tus huellas y no puedo,
no alcanzo a adormecer quieta mi frente,
ni hallo la paz serena -de ti ausente-
y mi recuerdo sólo es un remedo.
Lo intento cada hora con denuedo,
mas la voz del olvido grita ardiente...
Cuanto miro, al pasar, veo doliente
y al valor que me prestas vence el miedo.
Quisiera darte hoy el mundo entero,
y nada he de poder, si nada pides.
Ya sé muy bien tu anhelo verdadero:
Entre granos de trigo, hojas de vides...
Y pido a Dios, con eco lastimero,
si un día yo te olvido, no me olvides.
Luis Madrigal
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10 comentarios:
Bellísimo soneto, amigo poeta. Felicidades.
Besos, María
Gracias, María. Espero leer pronto otro de los tuyos. Un beso. Luis.-
Los poemas que nos ofrece estos días, tienen una fuerza extraordinaria. Son poemas auténticos...o a mí me lo parecen, sacados de la propia realidad. Y, por desgracia, ya sabemos todos los mejores poemas, desde siempre, nacen de la melancolía, del miedo, del dolor...del desamor. También son muy hermosos los de amor y esperanza, pero los primeros tienen algo especial. Son más personas las que se identifican con ellos, tal vez porque las personas felices son minorías.
La felicidad es difícil, cuando no es una cosa es otra, nuestro entorno tiene muchos flancos...muchas personas queridas, y sus problemas nos afectan, cuando no los nuestros.
Y los que, por suerte, podemos poemar...lo plasmamos en versos.
Un don loable, que mucha gente querría para sí. Todo tiene su lado bueno.
Tal vez Dios ha dispuesto que su pesar fuera necesario para que nacieran sus poemas.Los caminos de Dios son infinitos.
Este soneto es maravilloso. Es como si hubiera nacido de un tirón...es natural, tiene frescura...y yo me entiendo. Mi cordial saludo, señor Madrigal.
Hola, Luis:
Definitivamente, los sonetos te salen perfectos. Éste es muy bello y con un tema muy sugerente.
Abrazos.
Ya te estaba echando de menos, Francis, aunque ahora ha venido María a ayudarte en tus elogios, porque para una sola persona es mucho trabajo. Gracisas como siempre. Estoy por completo de acuerdo en que los poemas que cantan a la melancolía o el dolor, son los más bellos (cuando lo son, claro está), aunque todo poema, los de amor y esperanza y cualquier otro, puede ser hermosos. El poeta, siempre ha de mostrarse dispuesto a crear belleza, en eso consiste la Poesía, toda ella. Cuando el papel está en blanco, ni el propio autor puede saber que pueda conseguir, y cuando al fin se ha llenado de palabras, tan sólo quien las lee, sin haberlas escrito, puede determinar la sensacion que le causan y apreciar o no esa pretendida belleza. Cierto también, creo yo igualmente, que los poemas de nostalgia, aflicción o dolor pueden gustar más, porque son muchas más las personas, si no nostágicas, sí las afligidas o laceradas por el dolor.El resto de tus observaciones, tan sólo tú puedes calibrarlas. Ya conoces,sin duda, el título de la farsa de Pirandello, convertido en aforismo popular, casi cotidnao: "Así es (si así os parece)". Un saludo, Francis. Luis Madrigal.-
Rafa: Muchas gracias también por tu bondadosso elogio. Pero, como diría una joven colega nuestra, recien conocida por mi parte, los poemas no "nos salen" a nosotros, sino que -¡tantas veces!- se escriben ellos solos dentro de nosotros mismos, y no hay manera de impedir que salgan al exterior. Gracias, buen amigo. Un abrazo. Luis Madrigal.-
Difícil que alguien olvide sonetos como éste, y menos aún a quien los escribe.
Saludos
Gracias también a ti, Narci. Muchas gracias. Luis Madrigal.-
jaja..¡¡ánimo!! y a escribir...y a ver si quita pronto ese título de arriba que habla de "últimos".
Buena persona mi amiga María Bote, además de una poeta consumada. Es como usted, trabaja todas las estrofas. Yo soy más perezosa, entre el romance y el soneto...me apaño, aunque me encanta leer todas las demás.
Buen día.
Muchas gracias de nuevo, Francis. Espero que, pronto, pueda gustarte también mi prosa. Es un deseo por mi parte, pero tú dirás. Sólo el que lee puede decirlo, no quien escribe. Mi más cordial saludo. Luis Madrigal.-
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