UN RÍO QUE CAMINA
El Río,
tan azul, corre muy lento. Parece que camina, desplazándose majestuosamente,
como si con ello pretendiese calmar el arrebato de los dorados y voraces seres
que habitan en sus entrañas. Es tan azul
como el mismo cielo, del que recibe los reflejos que iluminan su colorido, en
armonioso contraste con sus verdes riberas. Apenas si ha comenzado su andadura,
ya adivina su destino hacia un mar dulce, donde acabará de entonar su canción
enamorada. Pero, antes, ha de labrar bancales de finísimas y plateadas arenas,
para sembrar ilusiones y anhelos, que en las noches de plenilunio iluminarán
todas las sombras, disipando la sospecha y el miedo, hasta serenar el alma en
la certeza de un nuevo día ilusionado, esplendoroso y feliz.
5 comentarios:
Un río que salta, camina y danza, todo puede en este río, es verdad.
Un abrazo, Luis.
Y además, según tengo entendido,no sólo salta y danza, sino que si así lo hace se debe a que, más que un río, es un trozo de cielo. Necesariamente, tiene que serlo. Un beso, Alicia.
Perfecta su prosa, hermosa, al igual que hermoso el soneto de la anterior entrada.
Siento que durante este mes de mayo, mi trabajo me impida comentar los blog amigos con la asiduidad acostumbrada.
Respecto a el error en el segundo verso del segundo cuarteto de mi soneto, he de decirle que es verdad, y le doy las gracias por decirlo.
Lo hice en el coche, durante el viaje de vuelta de las vacaciones, en media hora...y no lo toqué más.
Murió un poeta extremeño y tenía que participar en un recital homenaje. La verdad es que a los poemas hay que dedicarles algo más de tiempo, pero yo no dispongo de mucho libre.
En fin, gracias y no dude en volver a avisarme si vuelvo a confundirme. Mi cordial saludo.
Gracias, Francis. No te preocupes, confío en que puedas pulir ese verso de tu bellísimo soneto. Ya sabes lo que siemptre digo: Los Sonetos son como los diamantes pero, al igual que ellos, pierden su valor si se ven afectados de la más mínima impureza. Estoy seguro de este tuyo tendrá su "talla" adecuada. Mi cordial saludo. Luis Madrigal.-
Aunque algo deprisa, he subsanado el error del soneto. Gracias de nuevo.
Publicar un comentario