OTRA VEZ EL VIENTO
Suena el viento otra vez en los cristales y su murmullo trae de nuevo el frío. Sobre árboles y hombres, las montañas tienden aún un blanco manto, como se engalana una novia, al cubrirse del velo nupcial. Esperan impacientes los regatos y los arroyos que muera la nieve en los altos, para saturar los valles y hacer correr los ríos velozmente, camino del mar. Entretanto, los troncos se acumulan junto al hogar y, sobre los techos de pizarra, se ven subir al cielo blancas espirales, que se alejan más y más hasta hacerse invisibles en el horizonte. Un perro, ladra. Sus ladridos se expanden, como el humo, y se ocultan también, entre los pinos. El alma se sosiega y prepara su aliento para cruzar una nueva noche, hasta que, vencido el sueño, vuelva sonriente la aurora.
Luis
Madrigal
1 comentario:
Ese viento que trae comienzos, siempre es bueno, siempre.
Un abrazo, LUis.
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