CAJAS MUY DÉBILES
Me parece que también debo decir algo aquí, en este desaparecido Blog, durante casi un mes, exactamente desde el día 18 de Enero pasado, en el que algún o algunos delincuentes lo secuestraron, por el procedimiento de descifrar la contraseña de la cuenta a la que el mismo se encontraba asociado. En fin, una pequeña "tragedia", muy lejana a las griegas clásicas, pero sí molesta y desagradable. Entre otras cosas, porque, mediante la ya indicada usurpación, con la consiguiente suplantación de personalidad, y el ánimo y deliberado propósito, aunque frustrado gracias a Dios, de estafar a mis amigos y conocidos, se trataba precisamente de esto último. Nada de atentar contra la propiedad intelectual, supuesto tan temido por algunos colegas de otros blogs o bloges. La intelectualidad, el intelecto y en consecuencia cuanto se refiere a su dominio, son cosas absolutamente despreciables, quiero pensar -en principio- para quienes simplemente tienen hambre, que es una necesidad mucho más primaria en la escala o pirámide del psicólogo norteamericano Abraham Maslow, quien estudió las necesidades humanas, y según el cual estas últimas son las únicas capaces de explicar el comportamiento, ya que la única razón por la que una persona hace algo es para satisfacer sus necesidades. Por eso, si aquellos pobrecitos -según todos los síntomas, africanos de Costa de Marfil- no han podido satisfacer las suyas, en esta ocasión, debo sentirlo por ellos, al propio tiempo que me alegro casi infinitamente por mí y,sobre todo, por mis buenos amigos.
Pero, a lo que iba, entre otras cosas. Llama mi atención la manera tan sumamente fácil de lograr este tipo de repugnantes propósitos, pese a todos los esfuerzos que las diferentes firmas proveedoras de cuentas de correo electrónico constantemente realizan. Es decir, las cuentas de correo, parecen, más que "cajas fuertes", cajas especialmente débiles al alcance de cualquier pulsateclas, más o menos analfabeto, que se proponga seguir, supongo, los consejos de gentes mucho más instruidas. Pero en fin, esto que sigue fue lo que pude publicar en otra Página amiga, aparte las oportunas explicaciones por otros conductos. Y esto fue lo primero que escribí, al conocer la "aterradora" noticia de que la contraseña de mi cuenta había sido cambiada, sin que yo lo hubiese hecho, ni en consecuencia tuviese la menor noticia al respecto. Pero, me enteré enseguida. Lo explico a continuación, tan sólo para que pueda servir de advertencia y, en su caso, adopción de las medidas oportunas.
POR NADA SE ACABA NUNCA EL MUNDO
Se contó o dijo en su momento que, cuando en el año 1962, Don José María Gil-Robles (y Gil-Delegado) regresaba de París, tras haber participado en Munich en lo que la prensa franquista denominó “Contubernio contra España”, le esperaba en el Aeropuerto de Barajas la consiguiente patrulla policial. Y, parece ser que, una vez indentificada la persona a quien esperaban aquellos energúmenos, el jefe de los polizontes, preguntó escuetamente a Don José María:
- ¿París o Fuerteventura?
El Sr. Gil-Robles por su parte, también fue bastante breve en su respuesta y se limitó a replicar:
- Mal me parece que duden ustedes de mi patriotismo, pero casi me parece peor que duden de mi buen gusto.
Volvió tras sus pasos y, en el avión que casi despegaba en ese momento con rumbo a París, regresó a la hermosa Capital de Francia. Sin duda, Fuerteventura es una isla de ensueño, como todas las demás del Archipiélago Canario, pero “la bella Parisi”, como dicen los italianos, tal vez es la ciudad más hermosa y atractiva del mundo, desde que aquel genio bajito de Córcega la reestructuró y dotó de tantos encantos. Antes de él, sin duda París era “un mal village”. Yo, militaba en aquellas fechas en la vieja Juventud -sirva la paradoja, o la contradicción- de la Acción Católica Española (la JACE) y vivimos aquellos momentos, en nuestra sede de la Calle Alfonso XI, 4, 5ª planta, de Madrid, algunos instantes de preocupación, con un coche policial a la puerta, que se hacía pasar por un taxi, y el agente de la policía política que lo conducía por un “taxista”, con los oídos bien abiertos, porque también nosotros teníamos humildemente en Munich un representante, Alfonso Prieto, que pese a su juventud ya era Catedrático de Derecho Canónico en la Universidad. Alfonso sí que tuvo que elegir Fuerteventura, donde pasó algún tiempo desterrado en su capital de Puerto del Rosario.
El llamado “Contubernio de Munich”, que a Don Juan de Borbón, como era Almirante de la Armada británica, le sorprendió en alta mar, no fue nada de eso. “Contubernium”, frente a “matrimonium”, en el Viejo Derecho de Roma, era la expresión utilizada para hacer referencia a la unión marital entre una persona libre, naturalmente sui iuris, y otra esclava. Y tal vez la prensa reinante en aquel momento, en España, el falangista “Arriba” (en el que había echado los dientes en el periodismo Jaime Capmany) y el sindicalista vertical “Pueblo”, dirigido a la sazón por Emilio Romero, acuñaron tal término, porque en efecto en aquella Reunión, que no era otra sino la correspondiente al IV Congreso del Movimiento Europeo, estaban participando gentes de todos los colores y tendencias políticas españolas. Salvo el Partido Comunista de España (el PCE), que no estuvo en la capital bávara, en Munich participaron unos 120 políticos españoles de todas las tendencias, si bien unidos por la nota común de constituir una firme voluntad opositora al régimen del General Franco. Pero allí había monárquicos liberales, nacionalistas vascos y catalanes, socialistas, socialdemócratas y democristianos, no sólo nuestro Alfonso Prieto, por estos últimos, sino además del entonces ya viejo Gil-Robles, alguien que después fue el Primer Presidente del Congreso de los Diputados, Fernando Álvarez de Miranda. Todos ellos, presididos por la veteranía, experiencia y autoridad moral de Don Salvador de Madariaga, que, precisamente, al terminar la reunión, pronunció aquellas palabras reconciliadoras: “Hoy, ha terminado la Guerra Civil”. Corrían los primeros días del mes de Junio de 1962.
En este otro “hoy” en el que esto escribo, en vez de encontrarme en Junio, que en España es un mes, no sólo de esperanza y promesas, como lo es Mayo, sino de doradas realidades, estamos en Enero, en pleno invierno, y han pasado ya cincuenta años desde entonces. Por eso, aquella anécdota del Aeropuerto de Barajas, entre la policía política franquista y el Sr. Gil-Robles, me recuerda que el tiempo, ese misterioso monstruo devorador de cuanto en él sucede, en la medida en que va transcurriendo, propicia inexorablemente que casi nada tenga importancia, ni sobre todo nada sea nada, ni nadie sea nadie. ¿Dónde estarán ya una buena parte de aquellas personas que, aquel día de Junio de 1962, me parecieron algo grande e importante, heroicas figuras, que casi se inmolaban en el ara sagrada de la libertad? ¿De qué pudo servir que el histórico socialista Rodolfo Llopis le pidiese, en aquella Reunión de Múnich, a Joaquín Satrústegui, trasmitiese al Conde de Barcelona el respaldo del PSOE a la Monarquía, pese a tener empeñado hasta el final un compromiso sagrado con la República? ¿Cómo pudo haber sido posible que una figura de valor literario más que encomiable, como José María Pemán (su “Divino Impaciente”, una obra de teatro en verso con un prólogo, tres actos y un epílogo, estrenada en 1933, era y es “infumable”, pero sus artículos en ABC, y algunos poemas, son monumentales), fuese quien, en vez de Satrústegui, y en su condición de Presiente del Consejo Privado del Conde de Barcelona, se arriesgase a perecer entre las olas del mar, aunque Pemán era de Cádiz, hasta encontrar a Don Juan, que navegaba en su velero “Giraldilla”, para redactar aquella Nota de urgencia: “El Conde de Barcelona, nada sabía de la Reunión de Munich hasta que, después de haber transcurrido varias horas, escuchó en alta mar las primeras noticias a través de la radio. Nadie, naturalmente, ha llevado a tales reuniones ninguna representación de su Persona -la inicial mayúscula, no es mía, sino de la propia Nota- ni de sus ideas. Si alguno de los asistentes formaba parte de su Consejo, ha quedado con este acto fuera de él”. Nunca pude saber yo cuáles eran las ideas de aquel señor, y menos aún si tenía alguna idea, que no fuese la de asumir por sí mismo la Corona de España, o, como dijo con desvergüenza el Profesor Tierno Galván, la de “colocar de Rey al Chico”, (ahora sí es mía la mayúscula, por razones de formalidad mayestática). Pero, cuánto mejor hubiera sido que “Don Juan III” hubiese estado enterado de todo “hasta la cocina”, porque, probablemente, así se hubiese podido librar España del injusto flagelo, además de cómico y estúpido, que ahora padece. Sin embargo, aquella Nota, supuso la decapitación, como miembro del famoso “Consejo Privado”, de Don José María Gil-Robles que, pese a su condición de democristiano, había prestado con fidelidad importantes servicios a la Monarquía durante los críticos y cruciales días de la posguerra. Y, además de todos los ya citados, ¿qué habrá sido -estén aún vivos o ya muertos- de Jesús Barros de Lis, Jaime Miralles, Iñigo Cavero, José Luis Ruiz-Navarro, Félix Pons, Carmelo Cembrero, Jesús Prados Arrate, José Federico de Carbajal, Jorgina Satrústegui, Enrique Ruiz-García, Jaime García de Vinuesa o Vicente Piniés? ¿De qué pudo servirle a aquel Régimen totalitario haber suspendido la pantomima del artículo 14 del “Fueron de los Españoles”, para que, en la medida en que los “traidores contubernistas” iban regresando a España, hubiesen de ser encarcelados, deportados o exilados? Se me olvidaba decir que, entre aquellos nombres, la mayor parte gentes de pequeña estatura, figuraba una de la mentes y espíritus de mayor grandeza, humana y política, además de ser un gran poeta, el falangista joseantoniano, Abogado del Estado, como su íntimo amigo Ramón Serrano Suñer, y ambos condiscípulos y viejos camaradas del propio José Antonio Primo de Rivera: Dionisio Ridrujeo, que había terminado siendo socialista y un radical opositor al franquismo y que, a raíz de entonces, compartió con Gil-Robles el exilio en París. ¿Y de qué pudo haberle servido al propio General Franco, reconocer que la reacción interior del año 1962, ante la Reunión de Munich, había sido un grave error, si, después de éste, cometió sin duda alguna otro mucho más grave? Pobre Ministro de Información, Gabriel Arias Salgado, que lo era desde el año 1951, y a quién se hizo responsable de la histérica reacción de los periódicos y sus escandalosos gritos, aunque alguno de ellos propiciase cínicos titulares de primera página. Cínicos, a juzgar por lo que, los mismos periódicos, publicaron trece años después. Arias Salgado, tan sólo sobrevivió en su cargo unos pocos días más, y… ¿qué importancia pudo tener eso para él mismo? ¡Pobre España, sobre todo, que justamente cincuenta años después, en pleno régimen político de aparentes e inútiles libertades formales, padece quizá una dictadura aún mucho mas odiosa que la militar de Franco: La de los partidos políticos, que además de desmembrarla, haciéndola aún mucho más invertebrada de lo que suponía Ortega y Gasset, la han arruinado. Sin embargo, estoy convencido de que incluso esto carece también de importancia. Vendrán otros tiempos.
En estas reflexiones estaba sumido yo, hoy mismo, tras haber estado maldiciendo, desde hace ya días, el hecho de que unos pobres descerebrados, tal vez con tanta hambre en el estómago como habilidad en sus dedos de pulsateclas amaestrados, hubieran usurpado mi vieja cuenta de Gmail, cuya contraseña sin duda no debía ser demasiado difícil de descrifrar. Estos individuos, tras adueñarse ilícitamente de ella, e ilícitamente suplantar mi personalidad, han tratado de estafar a mis amigos y conocidos, a todos los que figuraban en la “lista de contactos” de aquella desdichada cuenta de correo, utilizando mi falsa firma e identidad como instrumento de la estafa. Es decir, por supuesto yo no soy ningún estafador, pero no puedo negar, con tristeza, que he sido tomado como instrumento de la tentativa de estafa y verdugo aparente de los presuntos estafados. A todos, pido sepan disculparme, si alguno se encontrase en tal caso y, a todos, tenerme por inocente. También les ruego me perdonen por la flamante literatura utilizada por los usurpadores, que no resisto reproducir aquí, porque exacta y literalmente esto es lo que decían en su mensaje, a todos mis amigos y conocidos, estos descerebrados, con la pretensión de haber sido escrito por mí:
Asunto: “Urgente me !!!
Hola que tal ? Tengo un gran problema ahora , necesito sinceramente tu ayuda financiera, si me puedes apoyar en esto te lo devolveré lo màs pronto posible, no me puedes llamar ya que perdi mi telefono movil, escribame a este correo asi nos comunicaremos, debes por favor guardar esto muy secreto. Luis Madrigal.-“
Algunos de mis amigos, me llamaron, fundamentalmente para reírse, fundamentalmente de mí. Otros, incluso se preocuparon y hasta alguno llegó a comunicar con la dirección facilitada, recibiendo esta otra contestación, que es una maravilla de imaginación y literatura al mismo tiempo:
“---------- Mensaje reenviado ----------
De: Luis Madrigal Tascón a href="mailto:madrigaltascon29@gmail.com">madrigaltascon29@gmail.com>
Fecha: 22 de enero de 2013 14:15
Asunto: Re:
Para: Alberto Puente a href="mailto:albertopuentetorre@gmail.com">albertopuentetorre@gmail.com>
“Gracias por la respuesta,viaje hasta otro pais por un negocio y a mi llegada ya olvide todo lo que tenia en un taxi,con mi teléfono, mi tarjeta de crédito y todo mi dinero.Ahora no tengo nada conmigo,necesito un apoyo de 3.900 Euros que te devolvere cuando regreso, solo para pagar el hotel y el avion,entonces por favor cuando vez mi mensaje debes ir a la oficina de la wester union para hacer este giro a mi nombre.Te dejo datos del pais a donde estoy para hacer esto: Nombre y apellido: Luis Madrigal ,País: Costa De Marfil ,Ciudad: Bingerville,Dirección: 22 bp745 Bingerville22.Solamente me puedo comunicar por Correo electrónico ya que es mi solo medio ahora.lo devolvere a mi vuelta.Espero rapidamente tu respuesta y por favor no debes hablar de esto a nadie ya que lo que me llegó es muy vergonzoso. Luis Madrigal.-
No terminan aquí mis desdichas, sino que también, dado que a tal cuenta de correo se encontraba asociado mi humilde y antiguo Blog, “El Blog de Luis Madrigal” (ppt://www.luismadrigal.blogspot.com), se ha producido el catastrófico efecto según acabo de enterarme, de que dicho Blog, “ha sido suprimido”, según informa Blogger, y así podrá ser comprobado. La verdad es que estaba yo lamentando tales hechos como si, en verdad, con ellos, se hubiese hundido el mundo. Pero, de pronto, alguien me recordó -sin duda algún ángel- que por esto ni se acaba el mundo, ni sucede absolutamente nada de nada. Y fue entonces precisamente cuando me acordé del “Contubernio de Munich” y me sumí en la reflexión acerca del terrible mal acaecido en el año 1962, para concluir admitiendo que tampoco significó nada, ni entonces, ni ahora mismo. Tal vez sólo transcurso de tiempo, durante el cual nunca pasa nada, absolutamente nada, porque nada posee la más mínima importancia. Eso sí, no me siento muy animado a crear otro Blog, pero si algún día lo hago, desde él volveré a invitar a todos "los estafados" para que lo honren con su visita. Desde luego, en todo caso, saludo a todos también ahora y me disculpo de que ya no puedan visitar el mismo al que inmerecidamente por mi parte han venido acceddiendo. Y sobre todo, debo decirle al usurpador, o usurpadores, más o menos lo mismo que Gil-Robles dijo a los policías franquistas. Me sienta muy mal que se hayan ustedes apoderado de mi cuenta, pero mucho peor que hayan tratado de atribuirme su florida literatura. Estoy muy avergonzado por lo que hayan podido decir, ante la misma, mis escasos o tal vez ya nulos lectores, dada la supresión de aquel Blog, que había llegado a alcanzar cerca de 1.200 entradas, 119.580 páginas leídas y exactamente 111.448 visitas. Pero, tampoco pasa nada. Nunca pasa. No obstante, por favor, deseadme queridos amigos, alguna mejor suerte en lo sucesivo.
Luis Madrigal
2 comentarios:
¡Qué buena noticia, Luis!
Es un día para celebrar, el que hayas recobrado tu blog. Renacer sin tapujos.
Felicidades.
Un abrazo, estoy muy, pero muy feliz, porque somos muchos los que te leemos, ninguno se ha reído de lo que te ha ocurrido, sí preocupado.
Alicia
Me parece absolutamente excelente la crónica que haces de la historia, enlazándola con lo que te ha ocurrido con la usurpación de tu cuenta. Te he leído con sumo interés y admiración.
Me alegro de que ya hayas podido salir de esta lamentable estafa. Lo de los correos es hilarante ¿cómo podrían creerse tus amigoa que fuers tú? imposible.
Saludos afectuosos. María
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