IV
VENGA
A NOSOTROS TU REINO
¡Deprisa,
Señor, no esperes más!...
No
esperes más, Señor, a que en el Cielo
brindarnos
puedas tantas maravillas,
que
dice Pablo tienes preparadas.
¿No
podrías mostrar un "anticipo"?
Que
"a fin de mes" estamos, y
no llega
nuestro
escaso salario de esperanza.
Envía
alguna luz a nuestros ojos,
algún
dulce sonido a nuestro oído.
Te
pedimos tu Reino entre nosotros,
para
poder llegar hasta tu Reino.
Yo,
Señor, soy más bien republicano,
(que
“acata la legalidad vigente")
pero
sé que en tu Reino, no hay corona,
ni
infantes, ni princesas, ni validos,
ni
etiqueta real, ni protocolo...
Tu
Reino, Señor no es de este mundo,
pero
el mundo lo pide, lo reclama.
¿Por
qué no se lo das?... ¡No seas tacaño!
Te
sobra la salud, siendo la Vida ;
la
santidad, pues solo Tú eres Santo;
la
gracia, sin la cual nada podemos;
la
justicia, pues la absoluta impartes;
la
paz, de la que tanto carecemos
y
el amor que, por esencia, eres.
¿Por
qué, para Ti solo, quieres tanto?
¿No
ves que el mundo se hunde y se destruye,
porque
de él, el hombre, ha hecho su reino,
que
es corte de ambición y de egoísmo?
¿Te
das cuenta, Señor, que es ya el Infierno?
¿Para
qué quieres otro, si este basta...?
¡Dános
tu Reino, Señor, dánoslo ya...!
Voto
por Ti, exijo un "referendum",
me
afilo a tu partido... Pegaré los carteles,
abriré
la campaña (sin insultar a nadie)
y,
en tu nombre, Señor -sólo en tu nombre-
gobernaré
al pueblo, que es tu pueblo.
Y,
si aún así, pierdo las elecciones,
y "oposición" tan débil mostrar
puedo,
te
suplico Señor, por nuestra Madre,
que
administra tus bienes sin recato:
tu
gracia, a las almas que la buscan
o,
sin buscarla, de ella están sedientas.
Justicia,
a los que sufren injusticia;
amor
a los que desamor padecen
y
paz a quien, consigo mismo, en guerra
no
puede alcanzar nunca la palma.
Tu
Reino celestial, aquí en la tierra.
¡En
la Tierra ,
Señor, danos Tu Reino!
Luis Madrigal
1 comentario:
Sencillamente, me parece excelente y genial este "Padre Nuestro" Gozo leyéndolo una y otra vez, amigo Luis.
Felicidades y gracias por escribir y compartirlo.
Besos. María
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