Inicio astronómico del verano de 2013
Según cálculos del
Observatorio Astronómico Nacional (Instituto Geográfico Nacional - Ministerio
de Fomento), el verano de 2013 comenzará el viernes 21
de junio a la 07h 04m hora
oficial peninsular, una hora menos en Canarias. Esta
estación, que es la más larga del año desde hace algunos siglos, durará 93 días
y 15 horas, y terminará el 22 de septiembre con el comienzo del otoño.
Desde el punto de
vista astronómico, los cielos matutinos del verano de 2013 estarán dominados
por la presencia de Marte y Júpiter. Estos dos planetas se irán acercando el
uno al otro en el cielo hasta alcanzar el 22 de julio una distancia mínima de
aproximadamente 1 grado. Venus y Saturno dominarán la primera parte de la noche
y alcanzarán el 20 de septiembre una distancia mínima relativa de unos 4
grados. La tradicional lluvia de estrellas de las Perseidas sucederá hacia el
12 de agosto, y su observación este año será favorable por coincidir con la
Luna en fase cercana al cuarto creciente. Por otra parte, no habrá ningún
eclipse de Sol o Luna durante esta estación. Aunque difícil de predecir, la
actividad magnética solar durante el verano será probablemente alta, dada la
proximidad del máximo solar previsto para junio de 2013.
El inicio del verano
El inicio de las estaciones viene dado, por convenio,
por aquellos instantes en que la Tierra se encuentra en unas determinadas
posiciones en su órbita alrededor del Sol. En el caso del verano, esta posición
se da en el punto de la eclíptica en el que el Sol alcanza su posición más
boreal. El día que esto sucede, el Sol alcanza su máxima declinación Norte
(+23º 27') y durante varios días su altura máxima al mediodía no cambia; a esta circunstancia se la
llama también solsticio ("sol quieto") de verano. En este instante en el hemisferio sur se inicia
el invierno.
El día del solsticio de verano corresponde al de mayor duración del
año. Alrededor de esta fecha se encuentran el día en que el Sol sale más pronto y
aquél en que se pone más tarde. Un hecho circunstancial no relacionado con las
estaciones se da también en esta época: el día del afelio,
es decir, el día en que el Sol y la Tierra están más alejados entre sí a lo
largo del año. Es este mayor alejamiento al Sol la causa de que la Tierra se
mueva más lentamente a lo largo de su órbita elíptica durante el verano (según
la conocida como segunda ley de Kepler) y por lo tanto la duración de esta
estación sea mayor que otras.
Fechas posibles de inicio del verano
El inicio del verano
puede darse, a lo sumo, en tres fechas distintas del calendario vigente (del 20
al 22 de junio). A lo largo del siglo XXI el verano se iniciará en los días 20
y 21 de junio (fecha oficial española), siendo el inicio más tempranero el del
año 2096 y el inicio más tardío el de 2003.
Duración del día
Si llamamos coloquialmente duración
del día al
tiempo que transcurre entre la salida y la puesta del Sol en un lugar dado, el
próximo día 21 de junio va a ser el día de mayor duración. Como ejemplo, en
Madrid esta duración será de 15 horas y 3 minutos, a comparar con las 9 horas y
17 minutos que durará el día más corto (el 21 de diciembre). Obsérvese que hay
casi seis horas de diferencia entre el día más corto y el más largo. Esta
diferencia depende mucho de la latitud del lugar, siendo nula en el Ecuador y
siendo extrema (24 horas) por encima del círculo polar ártico. Es precisamente
por encima del círculo polar boreal donde algunos días al año (alrededor del 21
de junio) se da el fenómeno del Sol de medianoche,
en que el Sol es visible por encima del horizonte durante las 24 horas del día.
(En la Antártida ello ocurre alrededor del 21 de diciembre).
Salida y puesta del Sol
Se podría pensar que
el día más largo del año será también el día en que el Sol salga más pronto y
se ponga más tarde, pero no es así: esto es debido a que la órbita de la Tierra
alrededor del Sol no es circular sino elíptica y a que el eje de la Tierra está
inclinado en una dirección que nada tiene que ver con el eje de dicha elipse.
Ello hace que un reloj solar y nuestros relojes, basados en un sol ficticio,
están desajustados. El día en que el Sol sale más pronto es el 14 de junio,
mientras que el día en que el Sol se pone más tarde es el 27 de junio.
Distancia al Sol
Por estas fechas se
da también el máximo alejamiento anual (afelio) entre la Tierra y el Sol. En
esta ocasión, el máximo alejamiento se dará el próximo día 5 de julio, siendo
la distancia de algo más de 152 millones de km, unos cinco millones de km más
que a principios de enero, cuando la distancia al Sol alcanza su mínimo anual.
Actividad solar
La actividad del Sol se caracteriza por la presencia en
su superficie de manchas, fulguraciones y protuberancias, y en la Tierra, se
aprecia en alteraciones en la propagación de las ondas de radio y en una mayor
presencia de auroras polares. Esta actividad sigue un periodo de
aproximadamente 11 años, y está asociada al ciclo magnético del Sol.
Actualmente nos encontramos en el ciclo solar número 24 que comenzó en
diciembre de 2008 y se espera que llegue a su máximo en mayo de 2013. Según las
estimaciones realizadas por NOAA y Space Weather Prediction Center, durante el
verano el número de manchas solares alcanzará valores entre 79 y 100. Gráficas
con el número de manchas solares en los últimos años y predicciones de la
evolución del ciclo 24 pueden encontrarse en Space Weather Prediction Center.
Eclipses y fenómenos relacionados
A lo largo del verano
no habrá eclipses.
Observación nocturna
del cielo en verano
En toda época del año
hay algún fenómeno astronómico de interés, predicho (como son los eclipses) o
no (como los cometas nuevos). Suele ser preferible realizar las observaciones
en fechas cercanas a la luna nueva (8 de julio, 6 de agosto y 5 de septiembre),
salvo cuando se pretende observar la propia Luna.
Luna llena
La primera luna llena
del verano se dará el 23 de junio, dándose las siguientes 29 o 30 días después.
En este verano se darán otras tres lunas llenas: 22 de julio, 21 de agosto y 19 de
septiembre.
Visibilidad de los planetas
Como luceros
matutinos tendremos a Venus y Júpiter, y como luceros vespertinos Marte y
Saturno.
Lluvias de meteoros
Si no se dispone de ningún telescopio, se pueden
observar las lluvias de meteoros que se producen ocasionalmente. Las dos más
intensas durante el verano son las delta Acuáridas, cuyo máximo ritmo se da
alrededor del 30 de julio, y la más famosa del verano, la de Las
Perseidas, cuyo máximo se da alrededor del 12 de agosto.
Constelaciones
En cuanto a las
agrupaciones ficticias de estrellas conocidas como constelaciones, alrededor de
la estrella Polar se verán a lo largo de la noche Casiopea, Cefeo, el Cisne, el
Dragón y las dos Osas. De Este a Sur a Oeste se verán Pegaso, el Aguila, la Corona
Boreal y la Cabellera de Berenice. Cerca del horizonte se verán a lo largo de
la noche algunas de las constelaciones zodiacales, de la Virgen a Acuario, esta
última ya cerca del amanecer. Entre las estrellas más brillantes visibles en
esta época destacan las que constituyen el "triángulo del verano":
Altair (en el Aguila), Deneb (en el Cisne) y Vega (en la Lira).
Observaciones con prismáticos o pequeños
telescopios
Con grandes
prismáticos o un pequeño telescopio, dotados de un filtro lunar adecuado, se puede
observar el relieve de la Luna. Para tener una buena visión de él conviene ir
observándolo noche tras noche mientras va creciendo la iluminación de la Luna,
pues así se ven aparecer nuevos accidentes orográficos. Cuando la noche es más
oscura por haber luna nueva, se puede intentar ver nebulosas de emisión, como
la Laguna, Omega o la Trífida, y nebulosas planetarias como el Anillo en la
constelación de Lira o las Pesas en la Raposa. Con prismáticos también se
pueden ver las lunas más brillantes de Júpiter (cuando es visible) y se puede
hacer un recorrido por la franja estrellada que constituye la Vía Láctea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario