CUANDO EL
SUEÑO SE VA
Cuando el sueño se va,
llega la calma.
El aire, siempre apaga el fuego,
aunque lo avive y alce transparente
si el viento sopla al Sur,
el sol poniente.
Lo que antes fueron llamas,
hoy cenizas
que extienden su gris velo
a su rescoldo, son.
Cruje el alma al andar
por el camino lento
que al músculo doblega.
La verdad, es consciente
y se acomoda
entre duras aristas
y guijarros cortantes…
Entre trémulos suspiros
que vuelan hacia nadie.
Luis Madrigal
Fotografía de Smirno Valelish
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