Cuando años y siglos se disuelvan
y en un segundo luz el orbe implote,
en contracción plasmática y rojiza...
yo te veré.
Veré otra vez tus calles y tus plazas,
por siempre comprimidas y ya eternas,
en un Big Crunchs final que nos reduzca,
querido León.
Y en la inmensa dulzura del Devenir,
di tú -León de mi alma- que yo fui
sólo uno más de tus humildes hijos.
Sólo eso he sido.
Luis Madrigal
2 comentarios:
Hola, don Luís. Espero que se encuentre bien de salud. Siempre es un placer leerle. Un fraternal abrazo.
Gracias a ti, Francis. Eres muy atenta y buena. Saludos a Juan Manuel y Eva María. Estoy tratando de arreglar el estropicio de años pasados (enteros) para situar de nuevo tu Blog y el de María Bote. Un abrazo. Luis Madrigal.-
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