domingo, 6 de abril de 2008

LA AVENIDA DE LA INDEPENDENCIA (I)


Cuando yo era muy niño, tenía que pasar, para llegar a mi Colegio, por la "Avenida de la Independencia" que, en León, se encontraba y se encuentra en el centro de la Ciudad. Aquella "Avenida", era para mi tan sólo una mera estructura morfológica, como lo eran otros tantos rótulos o nombres, de calles o de cosas. Creo recordar que por entonces acababa de cumplir los cinco años y, aunque algo tarde, ya había roto a leer, a articular los sonidos en función de sus valores o significaciones fonéticas. Por ello, la "Avenida de la Independencia", aún no era más que eso, para mí. No mucho más tarde, supe lo que el nombre de aquella calle significaba, no sólo para León, sino para España entera, puesto que casi todas las ciudades españolas, y sobre todo Gerona, Zaragoza y Madrid, contaban con Avenidas, Plazas o Calles del mismo glorioso nombre. Y, con el tiempo, en la medida en que pude ir teniendo noticia de los acontecimientos, el nombre de aquella Calle me iba inundando de orgullo. Sobre todo, porque -al fin- que es como deben contarse las cosas, más que al principio, aquella gesta patriótica había representado un triunfo aplastante frente al país que más daño ha hecho a España a lo largo de la Historia: Francia. Y no una Francia cualquiera, no la Francia de Francisco I, que en Pavía fue pulverizada por los ejércitos imperiales del César Carlos, sino la más poderosa Francia de todos los tiempos, regida además por aquel genio de Córcega que, para demerito de los franceses (que no sólo ahora "importan" futbolistas y Presidentes de la República, si no que ya entonces "importaban" Emperadores) no era francés, sino más bien italiano: Napoleone Bonaparte. Ahora, dentro de menos de un mes, van a celebrarse en Madrid, y supongo que en otras Ciudades españolas, actos extraordinarios, con ocasión del II Centenario del 2 de Mayo de 1808, a los que ya ha anunciado su presencia el Embajador de Francia. Hoy en día, Francia es un país amigo y aliado de España, que incluso nos está prestando la mejor ayuda, desalojando etarras de su "Santuario" del Sur, y hasta persiguiéndolos policialmente, apresándolos y situándolos a disposición de la Justicia española. Bien, todo cambia y no hay ni dos países en toda Europa entre los cuales no aniden los resquemores del pasado, pero no por ello este español, que soy yo, va a dejar de sentir en lo más hondo de su ser la gloria que para España representó, no sólo la definitiva victoria de Bailén, sino las heróicas azañas de tantos españoles, quienes, con el sacrificio de su vida, impidieron se profanase el suelo español. Ya lo cantó aquel malogrado poeta, Bernardo García López, en sus Décimas al Dos de Mayo:

¡Guerra!, clamó en el altar
el sacerdote, con ira;
¡Guerra!, repitió la lira
con indómito cantar;
¡Guerra!, gritó al despertar
el pueblo que al mundo aterra.
Y cuando en la Hispana tierra
pasos extraños se oyeron
hasta las tumbas se abrieron
gritando: ¡Venganza y Guerra!

Engalanaré mi balcón, este próximo Dos de Mayo, de punta a punta de sus límites, con una bandera española, y flores sobre ella, y con una escueta inscripción: "Hoy, como ayer, Viva España". Sugiero a todos los demás españoles que puedan leer lo que escribo, hacer otro tanto de lo mismo. Por mi parte, desde ahora y hasta esa fecha, continuaré publicando diversas entradas acerca de aquel histórico acontecimiento. Luis Madrigal.-

Arriba, el cuadro: "El General Palafox", de Don Francisco de Goya y Lucientes
Prado. Madrid

miércoles, 2 de abril de 2008

ANTE LA SANGRE DE LARRA




Ayer mismo, 1 de Abril, se presentó en la Sala FNAC, de la Calle Preciados, de Madrid, la novela del joven escritor y periodista Tomás García Yebra, hijo de un gran y muy querido amigo mío, y amigo él mismo también. Debo decir que aún no he tenido tiempo de leer la novela, que se titula
"Los crímenes del Museo del Prado", pese a la amabilísima dedicatoria de la que fui objeto y la primorosa edición de Editorial Funambulista (Colección Literadura), pero sí debo decir, con absoluta objetividad, que dicha novela mereció en su presentación los mayores elogios del maestro del periodismo español Francisco Giménez Alemán, quien, en su brillantísima intervención, jugó tan hábilmente con la Historia de nuestra Literatura, como si se tratase de un ágil prestidigitador, mostrando a Mariano José de Larra (eje simbolista de esta novela, hasta la casi homonimia con el protagonista), en compañía de casi toda la cohorte romántica de la época a su alcance, e incluso fuera de él. No Habló Gimenez Alemán del "Parnasillo", la famosa tertulia del Café del Príncipe, en el centro histórico de Madrid, pero sí situó a Larra, con suma y a veces inverosimil habilidad, en el Palacio de un jovencísimo Marqués de Salamanca, de 26 años en 1837, anfitrión de poetas románticos, como el bonaerense Ventura de la Vega, la cubana Gertrudis Gómez de Avellaneda y los españoles Patricio de la Escosura, Ramón Mesonero Romanos y, sobre todo, un deliberadamente enigmático jovén con perilla que venía de Valladolid y cuya incógnita se mantiene hasta el final. Yo, también lo haré en esta brevísima reseña. Desde luego, algún día dedicaré un post a mi amigo Tomás, tan sólo porque el mismo me ha pedido una opinión crítica, pero, aunque no soy ningún crítico literario, trataré de ser igualmente objetivo, por encima si cabe del verdadero afecto que le tengo. Ahora, quiero referirme a un hecho que, a algunas personas, pudiera causarles cierto "repelús", pero que a mí, lejos de tal, me produjo una grata y emocionante impresión. Al acto de presentación de la novela, y dado el paralelismo con Larra, uno de sus descendientes, Don Miguel Medina de Larra, aportó las propias ropas que vestía Mariano José el día de su suicido, de aquel pistoletazo cuya bala penetró entre la sien y la oreja derecha y salió por encima de la izquierda. Y yo, he tenido la oportunidad de contemplar, a un palmo, la camisa, el chaleco y la levita azul ribeteada de cuello de terciopelo negro, que, ese mismo día, aquel trágico 13 de Febrero de 1837, había vestido Mariano José de Larra, antes de recibir la visita de Dolores Armijo. Los lectores de este Blog, pueden apreciarlo también en la fotografía que ilustra esta entrada. Ampliadlas un poco y se observarán con mayor nitidez, encerradas en unos círculos, unas manchas "marrones". Han pasado 171 años, que exactamente se cumplieron el pasado 13 de Febrero, y la sangre de Larra ya no es de color rojo, porque el tiempo acaba con casi todo, o lo transmuta y cambia de color. Pero los que no han cambiado nada, sino cobrado más y más belleza con el paso del tiempo, son los versos de aquel incognito joven personaje con perilla, procedente de Valladolid, que, en el Entierro de Larra, en pleno Cementerio, los pronunció sin temor alguno, por ser un total desconocido, para pasar a ser a partir de entonces una de las figura cumbres de la Literatura española. Esta era la primera quintilla, aunque en endecasílabos, de aquella gran elegía patética:

"Ese vago clamor que rasga el viento
es la voz funeral de una campana;

vano remedo del postrer lamento
de un cadáver sombrío y macilento
que en sucio polvo dormirá mañana..."

Estos eran aquellos sublimes versos. El autor de los mismos se llamaba José Zorrilla.

¡Ánimo, poetas, no os avergonceis nunca por ser desconocidos...! Felicidades, Tomás. Luis Madrigal.-


Arriba, fotografías de doña Gloria Martínez Peña




martes, 1 de abril de 2008

TARDÍO, PERO CUERDO

Aprovecho, porque me dá la gana, para “editorializar” aquí, aunque tarde, debido a infinidad de lamentables circunstancias, el siguiente asunto, a fin de que sirva de general conocimiento: Nada de Richard Gere, o algo así. Este señor, simplemente, era FELIPE. Don Felipe Pardo.Y era leonés. Ya casi al final de su dura carrera ferroviaria, prestó servicios en el INVENTARIO DE BIENES INMUEBLES DE RENFE. Mi gratitud personal y mi afecto le acompañarán siempre. Porque yo dirigí aquel trabajo, derrochando muchas cosas que a ustedes les faltaban y estoy seguro de que le siguen faltando, entre ellas mi originalidad, audacia y talento. Disculpen la modestia. Pero ustedes, carecían y desde luego carecen por completo de tales virtudes, a juzgar por la talla y categoría intelectual del actual personaje principal, que por cierto, y aprovecho también para decirlo, no nació en León, sino en Valladolid... ¡Menos mal!. Pero, Felipe, no era ningún “artista” de cine. como fue inquerido, o postulado, o simplemente preguntado del modo más estúpido, desde una de aquellas estúpidas publicaciones, regida por parásitos desocupados, que consumían cuatricromía y papel couchet, a costa del sufrido presupuesto y erario público. Si los necios hubiesen podido volar, se hubiese nublado el sol todos aquellos amargos días. ¿Por qué no continúaron ustedes su habitual línea “editorial”, consistente en desplegar el Botafumeiro de Compostela sobre la insifinificante figura de tanto personaje gris y mediocre, generalmente proviniente del PSOE -Calle de Ferraz- con barba, semianalfabeto, ateo, libertario e iconoclasta, en lugar de traer a su ridículo panfleto la imagen de una buena persona, de un trabajador de verdad, ferroviario auténtico y honrado? ¡Vayánse ustedes a la mierda!... Con carácter retroactivo. Supongo que continuarán con sus entrevistas en torno a los acostumbrados “Directores”, “Gerentes” y “Caporales” de vía estrecha, cuyas necedades publicaban y seguramente publicarán a todo color, pero, en su día, debieron dejar en paz a la gente normal.
 
Quizá esto fuera mucho pedir, o pedir algo imposible, porque aquella “revista” -generalmente “no vista” y menos aún leída por nadie que se encontrase en su sano juicio- estaba regida, dirigida, o más bien simplemente “figuroneada” por aquel personaje con ojos inyectados de urea, que sin duda no debió pasar de los estudios primarios, tan sólo merced a sus antiguos servicios, prestados a la causa de la revolución de los peores, a la que Don José Ortega y Gasset llamó rebelión de las masas, y pese a su más que presunto y apocalíptico analfabetismo. Y parece ser que actualmente dicho sujeto se ocupa del más alto asesoramiento. Que aún se mantenga este individuo, analfabeto en el “pesebre de oro”, como antes “figuroneó” en los títulos de crédito del panfleto de referencia, además de irritante, constituye el más absoluto descrédito, tan sólo comparable con el exabrupto de la continuidad, como “Director” de Personal, de aquel Maquinista que enseñaba los secretos propios de su arte a aquella mujerona de Cataluña, de eco vacuno, sonrisa bobalicona, bajo coeficiente mental y especial mala leche. Ella y sus dos adláteres principales, el pseudocatalán catalanizado, de vergonzante nombre, y el genuino, de arcados remos y nariz judía.
 
El Excmo. Sr. Conde de la Gomera -otro inútil integral, benficiado por el “Primer Error Aznar”, el de “pasar página”- desperdició la oportunidad de dar una patada en el trasero a los mamarrachos que infectaron la Entidad, la “Compañía”, como ellos gustaban decir reiteradamente, cuando a causa del citado Error se le otorgó la bicoca de presidirla. Y se perdió la ocasión de arrojar a algún esterclorero a la peor basura de toda índole y especie, intelectual y moral., porque el Señor Conde se limitó a hacer algo parecido, o lo mismo, puesto que tampoco él sabía hacer otra cosa, es decir, no sabía hacer nada. Igual que ellos. ¡Qué lástima…! Y qué bien les hubiese sentado una buena patada en el culo y... ¡a la puta calle!. La limpieza, ante todo. ¡Y ahora, habrán vuelto…! ¡Qué horror!. Luis Madrigal.-



domingo, 30 de marzo de 2008

REZO POR TI, ARGENTINA

Hay que dejar la filosofía, para ocuparse de la vida. Y no por prescripción del tan repetido, y tal falso, principio primum vivere deinde philosophare. Es falso porque, no se filosofa para vivir, sino porque se vive, y para ello es preciso saber qué es lo que se está viviendo en cada momento. Y, en este sentido, quizá no son demasiados los españoles que se hallan detalladamente informados de lo que, en estos momentos, está sucediendo en la Argentina, desde hace ya más de quince días. En síntesis, se vive y sufre una enconada obstinación, por parte del Gobierno de doña Cristina Fernández de Kirchner, y una postura de absoluta inflexibilidad, del lado de los trabajadores del campo -hay quien opina que son los propios capitalistas agrarios quienes los mueven- que ha dado lugar ya, no sólo a enfrentamientos y saqueos, sino a la muerte de personas inocentes y, como siempre, de las más humildes y desfavorecidas. En la localidad de Villa María, muy cercana a la ciudad de Córdoba -“la Docta”- el bloqueo de carreteras establecido por los piqueteros ha impedido el paso de una ambulancia de socorro, dando lugar al fallecimiento de la persona que estaba siendo atendida, y que podría haber salvado su vida sin dificultad alguna, de haber podido llegar la ambulancia al hospital al que se dirigía. Por otra parte, el desabastecimiento de productos alimenticios básicos, como el harina, constituye un duro golpe a los más pobres. Según me informan desde allí, la clase media puede adquirir y acumular tales productos. Quienes no pueden, son otros, los de siempre. Es una cuestión que viene de lejos. Desde antes de la etapa del Presidente Duhalde, al que sucedió el marido de la actual Presidenta, el señor Néstor Kirchner. Ya, en su edición de 28 de Diciembre de 2003, el periódico digital “Perfil.com”, escribía lo siguiente: Cuando el ´periodismo de mercado´ argentino, eternamente "oficialista" a cambio de un salario, habla del conflicto Kirchner-piqueteros, omite puntillosamente referirse a la raíz causal del problema. Durante décadas de explotación capitalista de la Argentina, millones de personas fueron expulsadas del mercado laboral, perdieron su vivienda, su salario, sus fuentes esenciales de supervivencia. Esas personas, víctimas de sucesivos genocidios con gobiernos militares o civiles, tienen un nombre técnico: ´desocupados´, o ´pobres´. La función principal de los gobiernos subordinados como el de Kirchner, es la de "contener, controlar o reprimir" esos conflictos que atentan contra el "normal desenvolvimiento" de los negocios capitalistas en la ArgentinaY concluía diciendo: “Si el Presidente tomase la decisión de otorgar un aumento masivo de salarios, invertir en planes para reactivar y generar empleo masivo, y poner al Estado como gerenciador de la riqueza nacional en detrimento de los grupos concentrados del poder económico, Néstor Kirchner hubiese durado 48 horas". Eso se escribió entonces. Y, muy posiblemente, la Sra. Fernández no puede hacer otra cosa que ratificar la política asistencialista iniciada por Duhalde y continuada por su marido.

Pero, a nosotros los españoles -a este español- lo único que nos importa, sin ingerencias ni complejos de ningún género, es que nuestros hermanos argentinos sufran, viéndose abocados a tan tensa y crítica situación. España no debe olvidar que la Argentina, hace ya muchos años, fue el país, no sólo que le auxilió y le tendió la mano, sino que le acompañó en su soledad y destierro de las instituciones internacionales. Quiénes gobernasen entonces ambas naciones, tampoco importa, por que cómo dijo aquel gran amigo de España, llamado Juan Domingo Perón, A mí no me importa tanto el General Franco como el pueblo español. No se equivoquen ustedes. Si Franco dirige los destinos de España, ello es cosa que concierne al pueblo español y no a nosotros”. Y es también digno de recordar con la mayor gratitud, aquel texto del diario “Crítica”, cuando escribió: “Para Argentina lo que cuenta son los españoles, el pueblo de España, lo permanente de su ser, y no la forma en que se gobiernen o desgobiernen entre ellos nuestros hermanos de allende el Atlántico, porque esto es lo eventual, lo transitorio”. Del mismo modo, y recíprocamente, años antes, Washington informó que no reconocía al gobierno del Presidente Farrell y su embajador fue retirado, al tiempo que instó a otros países a que hicieran lo mismo. Esta política fue adoptada por varios estados, cuyos embajadores retornaron para "consultas". Sólo diez países continuaron manteniendo relaciones diplomáticas plenas con Argentina, y España fue uno de ellos. Y por último, no puedo menos de recordar con el más hondo sentimiento, aunque entonces era yo un niño de corta edad, la visita a España de la esposa del Presidente argentino, doña Eva Duarte de Perón, en Junio de 1947; la placa de la calle de mi Ciudad natal, siempre fija en mi memoria, que dice “Avenida de la República Argentina, como en otras muchas ciudades de España. Por cierto, casi todos los días paseo por un pequeño Parque, en Madrid, junto a la antigua Plaza de Roma… Este ámbito, vegetal y arbóreo, se llama “Parque Eva Duarte”. Por algo será. Un estrecho abrazo a todos los hermanos argentinos. Tened esperanza. ¡Saldremos de estas, una vez más!. Luis Madrigal.-

jueves, 27 de marzo de 2008

SOY UN ASNO INFORMÁTICO


Esto de los "Blogs", y la Informática, en general, es una maravilla. Esto, no se puede negar, pese a todos los argumentos en contra, de la más variada índole. Pero, sin duda, en lo sucesivo, sólamente podrá haber dos clases de seres humanos: Los conectados a Internet, en todo momento dentro del mundo -a su paso- bueno o malo, con todas sus miserias y sus glorias, y los que no estén conectados, que se hallarán en una especie de "limbo" (ahora que éste ya no existe), y por completo al margen del planeta de los vivos. Todo lo más, podrán percibir difusas sombras, como Eneas, cuando penetró de la mano de la Sibila, guardiana de la puerta del Averno, en la mansión de los muertos, y contempló aquellas almas destinadas a animar otros cuerpos, bebiendo en las tranquilas aguas del Leteo, en el completo olvido del pasado. Ago así. Sin embargo, no sólo para estar vivo y operante, dentro de este complicadísimo y sutil mundo internáutico, que en segundos pone en contacto a seres humanos de los cinco Continentes, sino también para obtener de él todo su provecho y utilidad, sin correr al mismo tiempo lo mismos riesgos de Eneas cuando hubo de huir de la incendiada Troya, es preciso también poseer una pericia y unas armas similares a las de aquellos troyanos, que sobrevivieron a toda clase de catástrofes, al verse obligados a surcar las aguas del Mediterráneo, desde Creta y las islas Cíclidas, hasta arribar a la desembocadura del Tiber... ¡Cuantas tormentas, oleajes embravecidos, vientos furiosamente huracanados, hasta ver salpicar los astros por las olas, infernales volcanes, como el Etna, que bramaba en Sicilia y vomitaba negras nubes... ! Todo esto, le puede pasar a un indocumentado como yo, en materia informática, cuando su osadía le impulsa a dejar de ser un mero "pulsa-teclas", para internase alegremente en estos procelosos mares de los "blogs" y las "páginas web", repletos de signos, claves, contraseñas, lenguages, símbolos... de suma facilidad para niños, pero ya casi inaccesibles a los ancianitos como yo... ¡Vaya temporada llevo, Dios mío!. Caídas del sistema operativo de plano, con arriesgada recuperación -el programa se llama "recovery", además eso, todo en inglés- de los datos más esenciales, aunque con pérdida de otros muchos también muy útiles. Y, cuando al fin, parecía que yo también podría navegar plácidamente por estas aguas, cambio de Explorador (a su vez, por otro monumental error de elección, aunque relativo) y éste me obsequia con un mensaje de "defectuoso redireccionamiento", con apercibimiento conminatorio de no acabar jamás su rutinaria tarea y, en consecuencia de despedirme de mi amado "Blog", como un niño tendría que hacerlo de uno de sus juguetes más queridos... Y eso no... Mi "Blog" es sagrado, como lo eran para Eneas las sacrosantas ruinas de Troya. Menos mal, que yo, también como él, que era hijo de la diosa Venus, aunque su padre fuese un mortal, y puede que tan burro como yo, además de llamarse "Anquises" (que tampoco es mal ave el congrio), gozo de la protección y amparo permanente de mi Musa más admirada y querida en este para mí nuevo arte. Mi Musa tiene un nombre genuina y esencialmente romano. Se llama Claudia. Gracias cariño, no será la última vez que me vea obligado a acudir a tu ayuda. Esta noche rezaré por la Argentina, por todos nuestros hermanos en esa Nación tan querida y sobre todo por tu marido, tus dos hijos y por ti. Luis Madrigal.-