La noticia, sin duda, es una de las más importantes y sumamente transcendentes, no sólo para la gloriosa historia del Club, sino para que se "chinchen" los catalanes y, sobre todo, para la economía nacional, que, a su vez, redundará en la paz social y en el prestigio de España. Yo, me alegro mucho por todos los madridistas, y muy en especial por mi nietecito, que tiene 4 años, y ya a tan corta edad ha sido narcotizado, aprovechando su minoría. Pero, como es un niño muy listo, yo confío en que pronto se dará de baja en estas actividades tan gloriosas, aunque, eso sí, he prometido regalarle un equipo completo del Real Madrid, botas y medias incluidas, incluso guantes de portero. Y pienso cumplir mi promesa. No obstante, cuánto agradecería yo que, alguna norma jurídica, tan imperativa y coercitiva como las demás, incluso de naturaleza penal, más bien, según creo necesario, prohiba a tanto descerebrado, de edad muy superior a la de 4 años, el acceso y maltrato de las instalaciones y espacios públicos de todos los madrileños, incluso de los que no les gusta el futbol, y en particular de la Fuente que preside la diosa Cibeles, porque entiendo que es de estricta justicia, o así me lo parece. La norma de referencia habría de imponer, en su grado máximo, la misma pena a la que, derivativamente, Cibeles condujo a Attis, tras sus devaneos con la Ninfa Sagaritis. Lo de menos, si cabe, es la molestia de sufrir, a veces hasta bien entrada la madrugada, toda clase de ruidos ensordecedores, propiciados por los claxon de los automóviles que, me parece, salen a la calle exclusivamente a eso. Y, por favor, dejen ustedes de enarbolar al efecto, nada menos que la bandera nacional, porque esa enseña es de todos los españoles. También de los que no quieren ser "madridistas", ni sienten admiración alguna por el futbol, esa estúpida actividad, tratándose de personas mayores. Tienen ustedes que crecer, para no quedarse definitivamente enanos. Lean, por favor, lean más y sobre todo dejen de leer -los que sepan- los "periódicos deportivos". ¿Todavía no se han dado cuenta de que eso embrutece hasta cotas inenarrables?. Desde luego, lo que a mí mucho menos me importa es que algunos "seguidores" del Real Madrid, vayan gritando por la calle el "alirón" en el penoso estado de los dos individuos que, arriba, ilustran esta entrada. Luis Madrigal.-
martes, 6 de mayo de 2008
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