miércoles, 6 de mayo de 2009
UN SONETO CON ESTRAMBOTE DOLIENTE
EN UN JARDÍN SIN PUERTAS
Era un jardín sin puertas... En verano
lucía esplendoroso mil colores
entre verdor y luz, y tantas flores
que al cielo sonreían tan temprano.
Una -al mirar- quise alzar a mi mano...
Era una bella flor, presa en amores,
que entre espinas sufría mil dolores,
mas ella me tomó como a un hermano.
Era un jardín abierto... No sabía
si en él podría yo entrar, aunque un sendero,
de muy suave pisar, lo parecía.
Llegué hasta aquella flor... No era el primero
en ver tanta belleza... Sonreía
sin ocultar un gesto lastimero...
La puerta, estaba abierta... Yo, salía.
Luis Madrigal
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Excelente, Luis.
Bello, duele salir por una puerta abierta, quizás para comenzar nuevos caminos.
Te dejo un abrazo.
Alicia
Sí, es doloroso. Siempre es amargo salir de algo bello y amado, pero mucho más aún cuando esa posibilidad que tú presagias, querida Alicia, tan sólo en términos de duda -"quizás, dices- de comenzar nuevos caminos, se ha hecho ya noche cerrada y, con ello, absolutamente imposible. Un beso. Luis.-
Publicar un comentario