No hacen falta muchas palabras. La mañana es alegre y feliz, porque -aunque sea un misterio incomprensible para la mente humana- ya desde el principio del tiempo, el autor del tiempo, que es el principio y el fin de todo cuanto ha sido creado (con evolución o sin ella, pero parece ser que con ella, no hay problema), quiso hacerse parte de lo creado en lo que se refire a esa creatura que llamamos el hombre. Y para ello, tenía que albergarse y surgir a la vida, a la misma vida humana, de una Mujer de nuestra propia naturaleza y especie, de nuestra propia raza. Y, por ello, dijo San Agustín aquello de que, de todos las casas que Dios ha fabricado, la más grande, la más pura, inmaculada, era María de Nazaret, nuestra Madre del Cielo, porque así nos fué generosamente otorgada. El que iba a nacer, para humanizarse y para divinizar al hombre, eligió desde el principio del tiempo su más grande y pura morada. Pero también hubo de ser aceptada, por aquella Mujer: "Aquí, está la esclava del Señor; hágase en mí lo que tú has dicho".Y por eso, hoy, la mañana es tan alegre y feliz. Lo es para nosotros, para quienes nos explicamos así el misterio. A nosotros, los cristianos, así nos vale. No, ciertamente, para todos los hombres, para quienes tengan y tienen otras explicaciones, que son las que les valen a ellos. Pero, todas ellas conducen al mismo principio sin causa, sin cuyo ser realisimum, el que buscaban los filósofos presocráticos, no podría tener explicación esto que llamamos el mundo y la existencia. ¿Acaso no sería absurdo?. Feliz mañana, feliz día. Luis Madrigal.-
Arriba "Inmaculada", del pintor español Bartolomé Esteban Murillo. Aquí abajo, el inmortal "Ave María", de Chubert, cantado por Luciano Pavarotti
Arriba "Inmaculada", del pintor español Bartolomé Esteban Murillo. Aquí abajo, el inmortal "Ave María", de Chubert, cantado por Luciano Pavarotti
6 comentarios:
Dices bien en decir ¡"qué alegre mañana"!.
Los católicos debemos felicitarnos
en el día de hoy.
Es un día especialmente grande y alegre en la solemnidad de la Virgen Inmaculada. Madre enre todas las madres y madre de Dios,¡nada más y nada menos!
Un cordial saludo.
Dices muy bien, "Capuchino", debemos felicitarnos, pero no sólo los católicos, sino todos los cristianos y hasta todos los hombres. Así lo creo. Un cariñoso saludo. Luis Madrigal.-
bonito texto..
Muchas gracias, "Jordim", mucho más agradecido debo estar a tu breve pero profundo comentario tratándose de alguien quién, según dice de si mismo, es una persona (sin duda del género masculino, por la concordancia del contexto): "Cargado de miedos. Valiente. Tímido. Descarado. Ateo. Un ser que utiliza la escritura para no delinquir, y así poder proyectar todas las obsesiones en personajes ficticios que hacen y dicen cosas que la gente no quiere ver ni oír". Extraordinaria y muy válida definición que un ser humano puede hacer de sí mismo. En este exacto sentido, nada me extraña que hayas encontrado "bonito" el texto que gentilmente comentas. Muchas gracias, por todo, hasta por declarate "ateo", precisamente porque éstos, los "ateos" como tú, son los únicos que pueden dejar de serlo. Posiblemente, los únicos que no pueden -no podemos- son, o somos, los que decimos creer.He tomado nota de tu Blog. Lo seguiré con mucho interés. Un cordial saludo. Luis Madrigal.-
¿Os habeis fijado, mi Señor Alferez, en lo difuminado de la imagen?,... es casi impresionista,... pero mucho más.
La música perfecta.
Expresiones acaso absurdas varias.
Sí, mi Capitán, me he dado cuenta. No es verdad, en consecuencia, que sea Goya el primer impresionista, o el que conduce a los impresionistas franceses, porque Murillo, como bien sabe Vuesa merced, es 71 años más joven y, como asimismo bien decís, ya hay rasgos impresionistas en este excelso cuadro. Item más, Velázquez -también paisano de Vuesa Merced, aunque naciese en Zevilla y no en Cái- es muy anterior (más de un siglo que Goya) y mucho más impresionista aún. No en vano Manet le llamó "pintor de pintores". A Velázquez, digo. Y Vuesa Merced, ¿pinta algo?. En su casa quiero decir. Un fuerte abrazo, Capi.
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