I
Están las calles muy llenas
junto a ese Cristo doliente…
Con flores, no huyen las penas,
ni se quiebran las cadenas
ni el viento alivia su frente.
II
Quiero sentir la atonía
del Nazareno que pasa.
Quiero que así el alma mía
se sumerja en la agonía
del dolor que le traspasa.
III
Y me acomodan cristales
para ver al que camina
en días primaverales…
¡Cargado de tantos males,
por mí, hacia una Colina!
IV
Mas he de subir al Monte,
por más que así me desangre,
sin que nadie me remonte
y, mirando al horizonte,
poder llevarle mi sangre.
Luis Madrigal
2 comentarios:
"Perdona a tu pueblo Señor "...
No puedo escribir nada...sólo creo que "se siente"...no existen las palabras ...el silencio, como respeto.
Mis cariños Luis. Es triste pero no hay que olvidarlo. Gracias por transmitirlo.
Querida Mariana: No hay más remedio que pedir perdón, porque si no nos perdonase, seríamos eternamente como esclavos. Pero hemos de aplicar la receta también de otro modo: Para que nos perdone, tenemos que perdonar. Tienes mucha razón. Lo único que vale es lo que se siente. Todo está en el corazón. Un beso, Mariana. Serena Semanan Santa, en Arrecifes y todas partes.. Tu amigo españo, Luis Madrigal.-
Publicar un comentario