EN LOS DÍAS DE SOL
Vivo sin ti y con tu recuerdo,
cuando se oculta el sol y cuando se alza.
Solo, conmigo mismo,entre las verdes copas, toco el cielo.
Me acomodo en el aire, y un suspiro
alienta mi camino… Ya la noche
tendió su denso manto, mas me alumbran
las estrellas que brillan a mi paso.
Si tú estuvieras, junto al soplo
que alienta mi vivir -el claro día
que azul despierta alegre a la Montaña-
gozarías del canto de las aves,
de los rayos del sol, y del rocío
que llora en la pradera, tras el alba…
De mi rosal, las rosas ansiarían
contemplarse en tus ojos, y en tu mano,
con deleite y temblor,
con deleite y temblor,
pondría suavemente yo mi mano.
Luis Madrigal
Las Navas del Marqués (Ávila, España)
13 de Agosto de 2011
2 comentarios:
La debió querer mucho para haberle hecho este hermoso poema.
Cuando se regala un poema de amor,quien lo recibe,debería saber siempre valorarlo. Su valor es mucho más alto que el más valioso regalo material, verdad?
Saludos.
Muchas gracias, Francis. Me queda el gran consuelo de que alguien pueda encontrar ese valor, ciertamente sin comparación posible con el de cuantas cosas materiales hay en el mundo. Mi más afectuoso saludo. Luis Madrigal.-
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